El feriado del 24 de mayo de 2024 se vivió con menor intensidad en Manta, una de las ciudades turísticas clave de la costa ecuatoriana. Según Paúl Andrade, empresario del sector, la ocupación hotelera promedió el 60%, y la mayoría de los visitantes permanecieron solo dos noches. La razón principal: el desfase del calendario escolar entre la Sierra y la Costa, sumado a restricciones presupuestarias.
Permanencia corta y turismo local
Durante el feriado, Manta recibió principalmente a visitantes de la región Costa, quienes permanecieron en promedio solo dos noches, sin extender su estadía por todo el feriado. Según Andrade, este comportamiento contrastó con años anteriores y fue más notorio si se compara con el mismo feriado de 2023.
“Fue un feriado bastante corto y tranquilo. Mucha gente no se quedó los tres días completos”, indicó el empresario.
El movimiento turístico se concentró en actividades dentro de la ciudad y sus alrededores. El turismo nacional fue predominante, sin gran afluencia internacional.
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Calendario escolar y gasto turístico
Andrade explicó que el turismo se vio limitado por el inicio de clases en la región Costa y la finalización del ciclo escolar en la Sierra, lo que dificultó los desplazamientos familiares. Además, mencionó que muchas personas priorizaron sus presupuestos para futuras salidas en vacaciones más prolongadas.
“Eso afecta. Las familias esperan a que terminen clases o a que haya más holgura económica para viajar”, afirmó.
Este fenómeno no solo impactó a Manta. A nivel nacional, se observó un comportamiento similar en otros destinos tradicionales, aunque Manabí fue una de las provincias con mayor volumen de turistas, según datos preliminares.
Hoteles formales versus alojamientos informales
En cuanto a la ocupación hotelera, Andrade señaló que los hoteles en zonas rurales o frente al mar lograron mejores cifras que los ubicados dentro de la ciudad. Sin embargo, el promedio se mantuvo en el 50%.
Uno de los principales problemas que enfrentan los empresarios turísticos es la competencia con el alojamiento informal, es decir, casas de hospedaje no registradas que ofrecen servicios mediante plataformas digitales sin cumplir con regulaciones municipales o tributarias.
“Esto genera una competencia desleal. Nosotros pagamos impuestos y tasas; ellos no”, denunció Andrade. El sector espera que el nuevo gobierno impulse regulaciones claras para equilibrar el mercado y fomente un diálogo directo con las autoridades locales para entender las realidades específicas de cada ciudad.
Manta sigue siendo un destino valorado
A pesar de las limitaciones, Manta mantiene su posicionamiento como destino turístico debido a su infraestructura, gastronomía y oferta de experiencias diversas. Según Andrade, los visitantes valoran que la ciudad ofrece opciones seguras y organizadas, en comparación con otros balnearios donde la infraestructura es más limitada.
El sector privado continúa desarrollando nuevos paquetes turísticos que combinan mar, naturaleza y gastronomía, con el objetivo de diversificar la oferta y atraer tanto a turistas nacionales como internacionales.
“Cuando uno viaja, busca experiencias distintas. Manta ofrece eso: mar, bosque y buena comida”, concluyó el empresario.