En la Fiscalía de Manta existe hermetismo por las amenazas de muerte a las que han sido víctimas varios fiscales.
A los funcionarios se los amenazó durante la segunda semana de enero del 2023 y por seguridad han evitado pronunciarse.
Una de las medidas que la entidad ha implementado es la ubicación de cámaras de seguridad en la entrada de la Fiscalía.
Las amenazas coinciden con el hallazgo de un recipiente con supuesta brujería que arrojaron en la puerta de la entidad.
Primer caso de intimidación
El jueves 12 de enero abandonaron un recipiente que tenía en su interior una especie de pastel hecho con flan y gelatina.
Alrededor habían colocado diez monedas de 25 centavos, tres galletas de vainilla y un pedazo de guineo sin cáscara.
Ese mismo día uno de los fiscales amenazados presentó oficialmente la denuncia por el delito de intimidación.
La demanda recayó en la Unidad de Personas y Garantías que investiga muertes violentas, incendios, atentados criminales y amenazas de muerte.
El expediente está en manos del fiscal Marcelo Vásconez y se halla en la etapa de indagación previa.
En mayo del 2022 mataron a la fiscal Luz Marina Delgado en una emboscada cuando se dirigía a trabajar a la Fiscalía.
Ese día también murió su asistente Jefferson Mendoza. Él también fue acribillado.
La funcionaria fue ejecutada cuatro meses después del hallazgo de dos pollos decapitados en la puerta de ingreso a la Fiscalía.
A raíz de su crimen, la fiscal Johana Cobeña lideró un plantón para exigir más seguridad y poder ejercer esta actividad.
La marcha fue en septiembre del año pasado y los fiscales pidieron custodia policial, pero le negaron la solicitud.
El fiscal Paco Delgado informó que ha solicitado resguardo en dos ocasiones y aún sigue a la espera.
El primer pedido lo hizo el mayo del año pasado a través de la Fiscalía de Manabí y dos meses después hizo la segunda solicitud “por cuenta propia” al Ministerio del Interior y le contestaron que “no había recursos”.
Medidas blandas
Él investiga los delitos más delicados en Manta: hallazgos de droga, secuestros, muertes por robos, bandas ligadas al narcotráfico y organizaciones criminales con nexos internacionales.
En Manta existen ocho fiscales y como medida de protección recibieron una capacitación de seguridad en la Policía.
En la Fiscalía de Manta no controlan a quienes ingresan a la institución, tampoco piden la identificación de los usuarios ni existe detector de metal como lo hay en Quito y Guayaquil.
La entidad tuvo guardias privados hasta el 2017 y desde entonces existe un policía en el área donde reciben las denuncias.