El riesgo país de Ecuador volvió a sobrepasar los 1.500 puntos, en un momento de tendencia a la baja del barril de petróleo de Texas, unas de las principales fuentes de ingresos de la economía ecuatoriana, que en las últimas semanas ha caído por debajo de los 100 dólares por barril.
El índice del riesgo país abrió la semana en 1.555 puntos, tras subir 90 enteros respecto a la jornada del viernes pasado, según los últimos datos ofrecidos por el Banco Central del Ecuador (BCE).
De esta forma, el riesgo país de Ecuador se aproxima nuevamente a los 1.600 puntos que alcanzó a mediados de julio, el valor más alto marcado desde septiembre de 2020, cuando estaba por encima de los 2.800 puntos en los días previos a la firma del programa crediticio de 6.500 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con los 1.600 enteros marcados en julio, Ecuador vio como su riesgo país se duplicó en apenas un mes, pues este rondaba los 800 puntos antes de que iniciasen a mitad de junio las protestas lideradas por el movimiento indígena y campesino que paralizaron el país durante 18 días.
Las movilizaciones dejaron unas pérdidas aproximadas de 1.000 millones de dólares, según las estimaciones oficiales, principalmente en el sector petrolero, cuya producción cayó ostensiblemente ante la paralización de más de mil pozos en un momento donde el barril de Texas oscilaba entre los 120 dólares.
Luego de marcar ese récord de 1.600 puntos, el riesgo país de Ecuador no ha bajado de las 1.266 unidades, un valor en el que se mantuvo en promedio hasta la primera semana de agosto, cuando volvió a ascender hasta los 1.555 puntos actuales.
En el transcurso de estas semanas, el Gobierno sigue negociando con el movimiento indígena y campesino los diez puntos de pliego de demandas que motivaron las protestas de junio, cuyo saldo fue de siete fallecidos, entre ellos seis manifestantes, según organizaciones de derechos humanos, y un militar.
En esas mesas técnicas, donde indígenas y campesinos demandan mayor gasto social para cubrir algunas de las necesidades básicas de los sectores populares más humildes, todavía no se ha logrado alcanzar un acuerdo sobre la focalización de los subsidios de los combustibles.
Las movilizaciones se levantaron a finales de junio, después de que el Gobierno aceptarse reducir en 15 centavos de dólar por galón el precio de los combustibles subsidiados y a derogar un decreto que promovía la actividad petrolera, especialmente en la Amazonía.