La segunda jornada de protesta en Ecuador, decretada únicamente por el movimiento indígena, transcurre en una relativa calma con el bloqueo de al menos una docena de carreteras en la Sierra andina, incluida la capital Quito, a la que no había acceso desde el norte.
Según información oficial e imágenes por redes sociales, en las últimas horas han estado cortadas, de forma continua o intermitente, distintas vías principales en las provincias de Pichincha, Chimborazo, Tungurahua, Imbabura, Bolívar, Cotopaxi, Morona Santiago, Pastaza y Azuay.
Es decir, al menos nueve de las 24 provincias del país andino registran cierres viales en esta jornada, que sigue a la del martes en la que la violencia tuvo principalmente como escenario a Quito.
Los piquetes y bloqueos han sido convocados por movimientos indígenas y sociales en contra de las reformas económicas que pretende realizar el gobierno de Guillermo Lasso, y contra el aumento progresivo del precio de los combustibles en los últimos meses.
Tras las manifestaciones del martes, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció a última hora la continuidad de la “resistencia” hasta que el Gobierno satisfaga una lista de siete de demandas.
Por ello las de hoy, en las que la Policía volvió a recurrir en algunos casos a los gases lacrimógenos para despejar vías, se desarrollan con mayor énfasis en la Sierra andina, de mayor población indígena, y donde se ha informado de al menos 13 cierres, según el ECU-911.
Por el contrario, en la región costera el tránsito fluía con normalidad.
Entre los mayores impactos de estas acciones el bloqueo de la capital en la Panamericana Norte, donde manifestantes obstaculizaron todos los carriles con árboles y neumáticos ardiendo. Igual hicieron en el sector de la Mitad del Mundo, de interés turístico.
Otras obstaculizaciones menores o parciales en el distrito capitalino se registraron en el Valle de Los Chillos, las vías Cunuyacu e Intervalles, que las autoridades evacuaban una y otra vez.
En la zona de Gualaceo, en la provincia de Azuay, transportistas urbanos se unieron al paro y marcharon por sus principales calles.
Otro de los epicentros de la jornada estaba en las provincias de Cotopaxi y Chimborazo, donde manifestantes salieron a las carreteras a protestar y rechazar la presencia de la Policía Nacional, que trataba de dispersarlos.
El movimiento indígena no ha puesto limite de tiempo a sus demandas, mientras que el Gobierno sostiene que la solución a los problemas que aquejan al país no pasan por manifestaciones sino por “diálogo, diálogo y diálogo”. EFE