Gisselle Rosales, recientemente coronada Miss Ecuador 2025, ha dejado claro que su victoria no se basa únicamente en la apariencia física. La machaleña de 21 años atribuye su éxito a la ronda de preguntas del certamen, celebrada el pasado 16 de agosto en Salinas. Allí supo expresar con elocuencia y sinceridad su mensaje ante el público y el jurado.
Aunque Rosales nació en Cuba, llegó a Ecuador a los 7 años junto a su madre, abogada y actual rectora de una unidad educativa en Machala. Desde entonces, ha hecho de Ecuador su hogar y base para su desarrollo personal y profesional. “Me siento muy identificada y querida aquí. He entregado mi vida a Ecuador y es mi hogar”, asegura la joven, destacando la acogida y respaldo que ha recibido en su ciudad natal.
Su trayectoria en los reinados comenzó a temprana edad. Desde Minireina del Banano a los 9 años, hasta convertirse en Reina Nacional de la Minería, Reina de la provincia de El Oro y Reina de Machala. Cada paso ha estado acompañado de un compromiso social que busca impactar positivamente en su comunidad.
Vocación social como eje de su reinado
La pregunta decisiva del concurso, realizada por la venezolana Andrea Rubio (Miss Internacional 2023), le permitió a Gisselle mostrar su visión. “Participar en certámenes de belleza no solo requiere de apariencia, sino de compromiso social e inspirar a los demás”, expresó. Desde sus primeros proyectos escolares, se enfocó en apoyar a niños en situación de vulnerabilidad, logrando que más de 100 pequeños fueran reintegrados al sistema educativo a través de iniciativas comunitarias con voluntarios locales.
Actualmente, su proyecto “Unidos por una sonrisa” continúa brindando apoyo emocional y material a niños, adolescentes, adultos mayores y animales en situación de calle, consolidando su enfoque humanitario como parte de su labor como reina de belleza.
Giselle Rosales se prepara para Miss International 2026
Con la vista puesta en Japón, donde representará a Ecuador en noviembre de 2026, Rosales mantiene una rutina de preparación integral. Además de mejorar su inglés y pulir habilidades de pasarela, oratoria y etiqueta, se enfoca en comprender nuevas culturas y adaptarse a distintos entornos, siempre priorizando su autenticidad y bienestar físico.
“Voy a otro continente, con otra cultura, otro idioma, y por supuesto debo prepararme mental e intelectualmente. Ante todo, está mi compromiso con Ecuador”, enfatiza Rosales. Para ella, proyectar una imagen cercana y natural es clave para que otras niñas y mujeres se sientan inspiradas por su mensaje y sus causas.
Un respaldo que refleja cariño local
El lunes 18 de agosto, tras su coronación, Gisselle fue recibida en el aeropuerto de Santa Rosa por una corte de honor integrada por autoridades locales y una caravana de vehículos, un gesto que simboliza el cariño y orgullo de Machala hacia su representante. “Lo que hago lo hago con amor, sin esperar nada a cambio, con la satisfacción de ver la sonrisa en las personas”, afirma la joven.
Con una trayectoria sólida en reinados y un enfoque social claro, Gisselle Rosales se perfila como una representante que combina belleza, inteligencia y vocación humanitaria, llevando el nombre de Ecuador a nivel internacional con orgullo y compromiso.