El presidente de la Cámara Nacional de Distribuidores de Combustible (CANDEPE), Ivo Rosero, cuestionó este 14 de agosto en Manavisión Plus la reciente emisión del Decreto Ejecutivo 83, vigente desde el 12 de agosto de 2025, que modifica la fórmula para calcular los precios de la gasolina extra y ecopaís y elimina el subsidio al aerocombustible Jet A1 en ciertos aeropuertos. Rosero advirtió que la medida, impulsada por el Gobierno de Ecuador para aumentar ingresos fiscales, beneficia principalmente a abastecedoras y pone en riesgo la sostenibilidad de 900 estaciones de servicio independientes en el país.
-¿Les tomó por sorpresa el Decreto Ejecutivo 83?
Definitivamente no lo esperábamos. Ha sido una sorpresa muy desagradable que ha generado una total indignación en nuestras bases a nivel país. Se ha sacrificado el futuro de 900 empresarios distribuidores en beneficio de una o dos abastecedoras. En la cadena de comercialización existen tres actores: la abastecedora, que vende a la comercializadora. La comercializadora, que vende a las estaciones de servicio. En Ecuador, la única abastecedora que funciona permanentemente es Petroecuador, aunque existe una privada. Primax, que ya hizo operaciones como abastecedora, por ejemplo, en diciembre de 2024. Nos sorprende que en dos meses de gestiones hayan conseguido un decreto favorable, mientras nosotros, en tres años, no hemos logrado el ajuste a nuestro margen congelado desde hace 22 años.
-¿Qué cambios técnicos introduce el decreto?
El decreto modifica dos cosas. Primero, en la fórmula del precio de paridad de importación (PPI) —que ya incluía costo de flete, seguro, costo operativo interno, transporte interno y costo financiero de importación— se añade una nueva variable llamada “costo de capital” (CK). Para nosotros, este CK duplica el costo financiero que ya existía. Con esta modificación, las gasolinas subieron 12 centavos por galón, pese a que la variación del precio del WTI fue de apenas 0,3 %, es decir, casi no debieron subir.
La segunda modificación es en el cálculo del margen de abastecedoras: antes se usaba como referencia el rendimiento de bonos del Tesoro de EE. UU., ahora se usan los bonos de deuda interna ecuatoriana, que son mucho más altos. Esto premia inmensamente a las abastecedoras, incrementando sus beneficios.
-¿Cuál es su margen actual y qué consideran justo?
Nuestro margen es de 16 centavos por galón, a compartir con la comercializadora y el transportista. Es el más bajo del mundo. En Colombia el margen es de 33 a 35 centavos y en Perú de 28 centavos. El Banco Mundial, en un estudio de 2023, recomendó un ajuste mínimo de 6 centavos para dar respiro a las 600 estaciones en riesgo. Esto se pudo hacer desde 2024, incluso de forma gradual, pero nunca se ejecutó.
-¿Proponen liberalizar precios?
Sí. Creemos que ya debió liberalizarse el precio de las gasolinas de 85 octanos, como ocurre con la gasolina súper. Esto beneficiaría a los consumidores, al Gobierno y a los distribuidores. Ecuador es de los pocos países en Latinoamérica que aún vende gasolina de 85 octanos, cuando en otros países el mínimo es 87 octanos, e incluso 90 o más. Además, eliminaría subsidios residuales que en 2024 representaron 200 millones de dólares.
-¿Han tenido respuesta del Gobierno?
Desde que inició el mandato del presidente Daniel Noboa hemos enviado numerosas cartas a las autoridades de Energía y Finanzas, pero no hemos tenido resultados concretos. El único encuentro reciente fue con el exviceministro de Hidrocarburos, en una reunión con transportistas de combustible. Ellos también tienen ingresos congelados desde hace más de 15 años, y el ajuste que se les ofreció depende de un ajuste previo a nosotros, que no se ha cumplido.
-¿Cuál es el riesgo para el sector?
Existe el riesgo de que pase lo mismo que en Chile: un grupo económico con abastecedora, comercializadora y estaciones de servicio eliminó a los empresarios independientes, generando un monopolio. El Decreto 83 garantiza a las abastecedoras una rentabilidad de 10,78 %, mientras nosotros mantenemos el mismo margen desde 2003. Si las estaciones independientes no pueden sostenerse, cerrarán o serán absorbidas por grandes grupos, reduciendo la competencia y perjudicando al consumidor.