Sondeos muestran empate técnico entre Doria Medina y “Tuto” Quiroga en las elecciones de Bolivia. Faltan días para el 17 de agosto de 2025. Indecisión y crisis apuntan a balotaje.
Un final abierto para el 17 de agosto en Bolivia
Los últimos sondeos de Ipsos Ciesmori y Captura Consulting ubican a Samuel Doria Medina con 21,2% de intención de voto y a Jorge “Tuto” Quiroga con 20%. De mantenerse estos números, ninguno alcanzaría la mayoría suficiente para evitar una segunda vuelta. El escenario, sin embargo, cambia en el estudio previo de Spie SRL, que da a Quiroga 24,45% y a Doria Medina 23,64%, confirmando un empate técnico.
En este panorama, el bloque de votantes indecisos es determinante. Ipsos registra 13,3% de indefinidos, mientras que Captura eleva el porcentaje al 14,4%. Además, el peso de los votos nulos y blancos es considerable: 19,8% según Ipsos, 15,6% en Captura y 15,65% en Spie. La campaña del expresidente Evo Morales a favor del voto nulo ha fortalecido este segmento, ampliando la incertidumbre electoral.
Analistas advierten que no hay nada definido. Recuerdan errores recientes de las encuestadoras en la región y alertan sobre posibles cambios en las preferencias en las últimas horas previas a los comicios.
El derrumbe del MAS y el voto de castigo
Mientras la derecha disputa la punta, la izquierda llega dividida y debilitada. El cocalero Andrónico Rodríguez, figura del expresidente Evo Morales, no supera el 7,2% en ninguna medición. El oficialista Eduardo del Castillo, del Movimiento al Socialismo (MAS), aparece con menos del 2%, un reflejo del desgaste acumulado tras casi dos décadas de dominio político.
El MAS gobernó ininterrumpidamente con Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025), pero enfrenta ahora su mayor crisis de popularidad. El golpe de la economía es central: la inflación interanual en julio se disparó a 24,8%, el nivel más alto desde 2008, mientras que la falta de dólares y las largas filas por combustibles evidencian el agotamiento de las reservas internacionales.
En este contexto, empresarios y clases medias priorizan la estabilidad y las oportunidades de inversión, mientras que los sectores populares reclaman control de precios y empleo. El eje económico marca la campaña y orienta las alianzas.
Jorge Quiroga quiere volver al poder en Bolivia
El ingeniero Jorge “Tuto” Quiroga, de 65 años, es egresado de Texas A&M y exejecutivo de IBM. Fue vicepresidente de Hugo Banzer, a quien reemplazó en la Presidencia entre 2001 y 2002. Ha competido sin éxito en las elecciones de 2005 y 2015, pero las encuestas le dan ahora su mejor oportunidad, con un 20% según Ipsos.
Se declara liberal, aunque también capta el voto conservador. Su plan de gobierno se centra en reactivar la economía mediante apertura comercial. “Me voy a dedicar a salvar la economía de Bolivia, a traer inversiones, a abrir mercados. Voy a hacer acuerdos de libre comercio con China, con Corea, con Japón, con Europa”, afirma.
Samuel Doria Medina y su cuarto intento
El empresario paceño de 66 años llega con la Alianza Unidad a su cuarta candidatura presidencial. Su vida política y empresarial ha estado marcada por episodios dramáticos: fue secuestrado durante 45 días por el MRTA peruano en 1995 y sobrevivió a un accidente aéreo en Oruro en 2005. Hizo fortuna con Soboce, una cementera familiar que vendió en 2014 por 300 millones de dólares, y hoy controla la franquicia de Burger King en Bolivia además de inversiones hoteleras.
Su propuesta económica es clara: renegociar créditos internacionales y eliminar el subsidio a los combustibles, al que responsabiliza de la fuga de divisas y la escasez de carburantes. “¡100 días, carajo!” es su lema de campaña. “Nosotros hemos planteado que en 100 días van a volver los dólares y la gasolina y el diésel”, sostiene con énfasis.
Lo que se disputa en la recta final en Bolivia
Ambos buscan atraer indecisos urbanos y jóvenes. También compiten por antiguos votantes del MAS. La segunda vuelta luce probable si nadie supera la valla necesaria. El resultado dependerá del voto útil, la participación y el humor económico.
El 17 de agosto de 2025 definirá los finalistas de las elecciones en Bolivia. El 19 de octubre podría consagrar a un expresidente o a un millonario. Cualquiera romperá dos décadas de hegemonía de izquierda.