En la parroquia rural de Santa Marianita, en Manta, provincia de Manabí, la falta de agua potable es un problema que lleva décadas sin solución. Con una población que supera los 7.000 habitantes, distribuidos en once barrios y dos comunidades, los moradores enfrentan una crisis que se ha intensificado con el crecimiento demográfico y los daños causados por el invierno pasado. Para este sector de Manta la solución son dos plantas desaladoras.
Leonela Zambrano, presidenta del gobierno parroquial, explicó que el problema se agravó cuando en el último invierno las tuberías de Pacoche y Santa Marianita fueron arrasadas por el desborde del río, dejando a la comunidad sin suministro. “Es un problema de años. Hace meses debieron estar terminadas las soluciones, pero la falta de tuberías ha sido la excusa”, señaló Zambrano.
“Es humillante recibir un tacho, mientras pagamos por un servicio”
Mariana Andrade, habitante de Santa Marianita, expresó su indignación: “Es humillante recibir solo un tacho de agua. Pagamos $35 o $40 por tanquero, y no todos tienen aljibes. Esto no está bien en un lugar con tanto turismo”.
Por su parte, Marcela Santos, del barrio El Paraíso, relató que lleva 18 meses sin agua en su hogar. “Nos llegan planillas de $6.05, cuando en zona rural deberían cobrarnos $1.70. Tengo una deuda de casi $80 por un servicio que no recibo”, denunció. Santos ha logrado reducir su deuda a la mitad tras reclamos, pero insiste en que la solución debe ser estructural.
En algunos sectores no tienen agua potables desde hace tres años.
La comunidad extranjera, hoteles y hostales también han elevado sus quejas, señalando que el déficit hídrico afecta el atractivo turístico de la zona, conocida por su playa y kitesurf. Mientras tanto, los tanqueros se han convertido en un negocio lucrativo, con precios que golpean la economía de las familias. “Alguien se está beneficiando de esta problemática”, afirmó Santos, reflejando la frustración generalizada.
Municipio y EP Aguas de Manta ya no lideran el proyecto
Ante esta situación, el proyecto de dos plantas desalinizadoras modulares surge como una esperanza. Autorizado por el Comité de Reconstrucción de Manabí con una inversión de $5.1 a $5.2 millones, el proyecto busca abastecer a San Mateo, Santa Marianita y San Lorenzo con 5.400 metros cúbicos de agua potable diaria. El proyecto beneficiaría a 30.000 habitantes. Las plantas estarán ubicadas en La Tiñosa y emplearán ósmosis inversa para potabilizar agua de mar, abordando el déficit hídrico que afecta a estas zonas rurales.
Manuel Molina, subsecretario zonal 4 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, informó que el municipio de Manta firmó un convenio de delegación de competencias para que el gobierno central ejecute el proyecto. “Estamos en los trámites de formulación, con el presupuesto actualizado. Este proyecto está priorizado por el Comité de Reconstrucción”, aseguró Molina.
Sin embargo, no se precisaron plazos concretos para su culminación, lo que mantiene a los moradores en una espera incierta. Mientras tanto, desde EP Aguas de Manta se coordina la dotación de agua mediante tanqueros y se realizan mesas de trabajo para escuchar los reclamos de la comunidad, pero las soluciones definitivas aún parecen lejanas.
Mariana Andrade y Marcela Santos, en representación de cientos de moradores, exigen acciones inmediatas y la eliminación de cobros injustos, mientras esperan que las desalinizadoras finalmente “calmen la sed” de esta parroquia costera.