La Alcaldía de Quito impulsa una robusta estrategia para fortalecer la salud mental de más de 22.000 niñas, niños y adolescentes en 20 Unidades Educativas Municipales. Este programa, implementado entre abril y junio de 2025, busca crear entornos escolares seguros mediante la capacitación de 600 docentes y profesionales de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE), previniendo riesgos emocionales y brindando apoyo temprano a la comunidad educativa.
Salud mental: docentes y profesionales
La iniciativa de la Alcaldía de Quito se enfoca en la prevención y el apoyo. Se capacita a docentes y profesionales de los DECE. Esto asegura que las escuelas sean espacios seguros para los estudiantes. El programa equipa a los educadores con herramientas. Pueden actuar ante casos de ansiedad, tristeza profunda e ideación suicida. Cada institución educativa es un espacio de escucha y protección. Los estudiantes se sienten respaldados emocionalmente.
Capacitación docente integral
Los talleres se llevan a cabo de forma presencial. Utilizan metodologías participativas. Se incluyen juegos de rol y análisis de casos. Se construyen estrategias grupales. Los temas cubren comunicación efectiva con adolescentes. También se aborda la gestión de crisis emocionales. La creación de redes de apoyo es fundamental. Esto conecta el entorno escolar con el familiar. La capacitación se extiende desde abril hasta junio de 2025. Cerca de 600 docentes y profesionales reciben formación.
Alejandra Gualotuña, docente de la Unidad Educativa Municipal Eugenio Espejo, destacó la importancia de la capacitación. “Es muy importante, puesto que como docentes tenemos que saber comprender a nuestros estudiantes. Ahora, gracias al taller, sé que debemos estar atentos a ciertas señales que pueden indicar riesgo de suicidio. Lo más importante es escuchar con empatía y estar ahí con una palabra de aliento”, afirmó Gualotuña. Ella enfatiza la necesidad de estar alerta a las señales de riesgo. Escuchar con empatía es clave.
Creación de entornos protectores
Pablo Analuisa, jefe de la Unidad de Prevención Integral de Adicciones y Salud Mental, subraya la meta. “La clave está en construir entornos protectores que den seguridad y confianza a los estudiantes”, indicó Analuisa. La propuesta busca integrar el bienestar emocional en el día a día escolar. Docentes, estudiantes y familias trabajan juntos. Esto previene situaciones de riesgo. También fortalece la salud mental colectiva. El bienestar emocional es un componente esencial.
Esta iniciativa municipal establece una red de protección. Contribuye a reducir el estigma sobre la salud mental. Promueve espacios educativos donde cada estudiante se siente cuidado. Se sienten escuchados y acompañados. La Alcaldía de Quito invierte en el futuro de sus estudiantes. Su objetivo es asegurar un desarrollo emocional sano. La estrategia impacta a más de 22.000 estudiantes.
