A cuatro ciudadanos los capturaron los policías y militares en el cantón Sucre, Manabí, tras un ataque armado perpetrado el sábado 27 de septiembre de 2025, alrededor de las 22:00, frente a la licorería La Hueca del Astillero en el centro de Bahía de Caráquez. El ataque dejó una persona fallecida y otra herida, motivado según reportes preliminares por la pugna entre grupos delictivos por el control territorial.
Detalles del suceso en la licorería
La alerta inicial llegó al ECU911, lo que movilizó a unidades de la Policía al lugar de los hechos. Allí, los agentes hallaron a José Luis Valencia Mera (25), boca a bajo y con múltiples heridas de bala que le causaron la muerte instantánea. Personal de Criminalística realizó la inspección técnica, documentando los impactos de proyectiles en el cadáver. En paralelo, Juan Fernando G. D. (21), resultó herido con tres disparos: uno en el antebrazo izquierdo, otro en el muslo derecho y el tercero en la pantorrilla izquierda. Fue trasladado de inmediato al hospital Miguel H. Alcívar de Bahía de Caráquez, donde recibió atención médica de emergencia. El parte médico inicial no detalló su pronóstico, sin embargo, de manera extraoficial se confirmó que está estable y bajo observación. El equipo forense procedió a acordonar la zona para preservar la escena del crimen, evitando la contaminación de indicios.
Evidencias halladas en la escena
La recolección de indicios balísticos reveló 23 casquillos de calibre 7.62 mm y 30 vainas de 9 mm, lo que evidencia la magnitud del ataque armado. Entrevistas con residentes del barrio Astillero indicaron que la zona es conocida por ser un punto de fricción entre facciones delictivas dedicadas a la venta de drogas.
La madre del fallecido relató que José Luis Valencia Mera se dedicaba a la pesca artesanal y ese día había salido a cobrar pagos pendientes de su labor. Según su versión, el joven se encontraba en el sector de Mangle compartiendo tragos con conocidos antes de dirigirse a la licorería para adquirir más bebidas, momento en que un vehículo negro se acercó al negocio y sus ocupantes abrieron fuego contra el local para luego huir con rumbo desconocido. Tras el ataque se notificó al fiscal de turno de inmediato y ordenó la elaboración del parte policial correspondiente, priorizando la cadena de custodia de las pruebas para agilizar el proceso judicial.
Operativo policial y aprehensiones
Basados en información preliminar, agentes de DINASED montaron un operativo en el sector Mangle 2000, específicamente en un inmueble de dos pisos de construcción mixta. Allí, se aprehendió a cuatro ciudadanos: Richard Javier M. Q. (27); Luis Alejandro C. N. (19); Marco Vinicio D. B. (26); y Sandra Gabriela S. A. (33). Los detenidos están vinculados al grupo delictivo organizado (GDO) Los Choneros, según el reporte oficial de la Policía. En su posesión se incautaron dos armas de fuego, nueve teléfonos celulares para peritaje forense, cantidades de droga y varios cartuchos de calibres variados. Estos elementos se los puso a disposición de la Fiscalía para su examen técnico.
Aumento de la violencia en la zona
Este incidente se enmarca en la creciente ola de violencia ligada al narcotráfico en Manabí, provincia que en el primer trimestre de 2025 registró un incremento del 65% en muertes violentas respecto al año anterior, alcanzando 2.361 casos a nivel nacional, con énfasis en zonas costeras como Sucre. Los Choneros y rivales se disputan rutas de narcotráfico y almacenamiento de sustancias ilícitas, aprovechando el acceso marítimo de la zona.
En 2024, operativos similares en Sucre resultaron en la aprehensión de embarcaciones vinculadas a Los Choneros, con incautaciones de armas y motores fuera de borda, destacando la persistencia de estas dinámicas criminales. La Fuerza de Tarea Conjunta Manabí ha intensificado patrullajes en barrios.
Reacciones comunitarias y avances en la investigación
Habitantes de Bahía de Caráquez expresaron su preocupación por la inseguridad y demandan mayor presencia policial en barrios como Astillero y Mangle. La madre de José Luis Valencia Mera solicitó justicia, afirmando que su hijo no tenía vínculos con actividades ilícitas. El caso fue clasificado como asesinato con motivación en violencia criminal, delincuencia común y tráfico interno de drogas, permaneciendo en etapa de investigación. La Policía junto con la Fiscalía reiteraron su colaboración para procesar a los aprehendidos y prevenir recurrencias, con énfasis en inteligencia para desarticular redes.