El 24 de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó a sus tropas bombardear e invadir Ucrania, país vecino. La ofensiva militar, que comenzó simultáneamente desde varias fronteras, se convirtió en el conflicto a gran escala más significativo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Este ataque se produjo después de meses de escalada de tensiones y movilizaciones de más de 150.000 soldados rusos en la frontera. La decisión de Putin se fundamentó en la negativa de Ucrania a renunciar a su acercamiento con Occidente y a la OTAN, lo que Moscú consideró una amenaza directa a su seguridad nacional.
La invasión buscaba supuestamente “desmilitarizar y desnazificar” a Ucrania, pero no logró sus objetivos iniciales de tomar ciudades clave como Kyiv y Járkiv, ante la resistencia ucraniana.
Un contexto histórico complejo
La relación entre Rusia y Ucrania está profundamente arraigada en la historia. Durante gran parte del siglo XX, ambos países fueron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Ucrania, una de las repúblicas más importantes, se independizó tras el colapso de la URSS en 1991 mediante un referendo.
Sin embargo, su deseo de autonomía y de alinearse con Europa ha sido una constante fuente de tensión con Rusia. El gobierno ucraniano de Volodymyr Zelensky ha manifestado intenciones de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a la Unión Europea, aspiraciones que Rusia considera una amenaza a su esfera de influencia.
El conflicto se agudizó en 2014, cuando una revuelta en Ucrania derrocó al presidente prorruso Víktor Yanukóvich. En respuesta, Rusia invadió y se anexionó la península de Crimea, de mayoría rusoparlante. En paralelo, Moscú comenzó a apoyar a separatistas en la región de Donbás, en el este de Ucrania, donde se autoproclamaron las repúblicas de Donetsk y Luhansk.
Los Acuerdos de Minsk, firmados entre 2014 y 2015, buscaron establecer un alto el fuego, pero no lograron una paz duradera. Estos sucesos sentaron las bases para la invasión a gran escala de 2022.
Las metas y demandas de los países en conflicto
Desde la invasión, las demandas y aspiraciones de ambos países han quedado más claras. Ucrania busca defender su soberanía e integridad territorial, mientras avanza en su objetivo de unirse a la OTAN y a la Unión Europea. Para Ucrania el conflicto es una lucha por su derecho a decidir su propio futuro sin la interferencia de Moscú.
Por su parte, Rusia ha argumentado que la expansión de la OTAN hacia sus fronteras constituye una amenaza existencial. Antes de la invasión, Moscú exigía que la alianza militar retirara sus fuerzas de los países que se unieron a partir de 1997 y que se comprometiera a no admitir a Ucrania.
La reunión entre Trump y Putin
En un intento de solucionar el conflicto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reúnen hoy en la base Elmendorf-Richardson en Alaska. La cumbre busca un camino hacia el fin de la guerra. Tras el encuentro, se prevé que el presidente estadounidense convoque al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para establecer una hoja de ruta hacia un armisticio.
Las negociaciones buscan superar los obstáculos y poner fin a un conflicto que ha dejado miles de víctimas y ha reconfigurado el panorama geopolítico europeo. (10).