La historia de Ramón Saavedra se parece, aunque no lo sospechaba, a una canción. ‘Vivir en Nueva York’, de los Hermanos Rosario, no le era especialmente familiar cuando dejó Ecuador. Pero hoy, tres años después de haber llegado a Estados Unidos, esa canción podría ser su propia banda sonora.
Tiene el ritmo del corre-corre, las madrugadas con tráfico, los trenes que no esperan, la nostalgia por la madre que ya no está y los fines de semana de asado con amigos para no naufragar en la soledad. Ramón fue periodista en Guayaquil. Hoy, es marinero en el río Hudson. Y su vida, como la canción, no es como la pintan.
Ramón Antonio Saavedra nació en Santo Domingo, sus padres son de Santa Ana, Manabí. Vivió casi dos décadas en Guayaquil. Comunicador de formación, trabajó en radio, televisión y prensa escrita desde los 18 años. La vocación lo llevó por los pasillos de RTS, y muchas redacciones antes de titularse oficialmente como periodista en 2019. Nunca imaginó que, años más tarde, cambiaría el micrófono por un chaleco salvavidas en el río Hudson.
Del sueño truncado al viaje inevitable

En 2019 pidió una visa de turista para conocer Estados Unidos. Se la negaron. “Se me truncó ese sueño”, recuerda. Pero la violencia y la extorsión crecientes en Ecuador lo empujaron fuera. Tuvo que abandonar su negocio de comidas y volar hasta El Salvador, desde donde emprendió el mismo camino terrestre que muchos migrantes toman. No fue Nueva York su primer destino, sino California. Allá trabajó en una tienda y en una gasolinera. Pero sentía un vacío: “no había ecuatorianos, ni comida ecuatoriana, ni productos nuestros”.
La muerte de su madre y la soledad californiana lo hicieron migrar nuevamente, esta vez a Nueva York, “donde quiero arrancar, donde quiero estar”. Allí encontró un pedazo de Ecuador: amigos, acentos familiares, comidas queridas. Trabaja ahora como marinero en una embarcación turística que recorre Manhattan. Hace de todo: atención al cliente, fotografía, maniobras náuticas. “He aprendido hasta a amarrar un barco, algo que jamás imaginé hacer”. Lo suyo es el contacto humano: en cada jornada recibe a más de mil turistas de todo el mundo, con quienes bromea y a veces hasta les enseña español.
“Vivir en Nueva York no es como lo pintan…”
#Mundo | Ramón Saavedra, el periodista ecuatoriano que ahora navega el Hudson en Nueva York #Manavision
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En la Gran Manzana, Ramón aprendió que el reloj no se negocia. “La hora ecuatoriana no existe aquí”, dice entre risas. Se levanta dos horas antes de cada turno. El tren lo agobia, así que se moviliza en moto. Puntualidad, disciplina y respeto a otras culturas son valores que ha reforzado. “Yo trabajaba en California con mucha gente mexicana, con mucha gente colombiana, que nunca había escuchado decirle ‘funda’ a una bolsa… y poco a poco ya fui adaptándome a decir bolsa”.
Aunque en Nueva York se siente más acompañado, la vida es intensa: trabaja hasta 15 horas diarias. Su escape son los amigos y los asados improvisados. No reniega de la nostalgia. Extraña, sí, pero ha sabido adaptarse. La soledad no lo quebró. Como buen comunicador, ha sabido hacer de cada conversación un ancla.
Ramón es, al fin, el periodista que navega. El marinero que cuenta historias. El que vive la canción que nunca pensó protagonizar. (36)