Lo que inicialmente era un proceso para reformar la ordenanza de fauna urbana, con 98 artículos, ha tomado un nuevo rumbo: ahora se evalúa derogarla para crear una normativa completamente nueva. La concejal Margarita Veintimilla, presidenta de la Comisión de Riesgo, Seguridad y Sostenibilidad Ambiental, explicó: “Sigue en construcción y estamos considerando ver si le hacemos una nueva ordenanza, derogamos esta actual ordenanza, no significa que lo esté bien, sino que tiene que ser una ordenanza de acuerdo a la realidad que vive el cantón y tiene que ser materializada”. Este cambio busca un cuerpo normativo más práctico y adaptado a las necesidades actuales.
El proceso, que incluye reuniones con la Dirección de Fauna Urbana, Control Territorial, Comisaría, Planificación y Procuraduría Síndica, apunta a depurar artículos administrativos de la ordenanza vigente, derivándolos a una reglamentación específica. La propuesta se presentará en primer debate a fines de octubre, con un segundo debate programado para diciembre, según el cronograma municipal.
Importancia de la participación ciudadana
La participación ciudadana es fundamental. Mesas técnicas con la Asociación de Veterinarios, animalistas, ambientalistas y Agrocalidad han identificado falencias, como el incumplimiento desde 2016 de competencias municipales para emitir certificaciones y permisos. “Las ordenanzas deben ser trabajadas con toda la ciudadanía para que tengan solidez en el territorio”, afirmó Veintimilla.
Estas mesas técnicas han permitido recopilar aportes para garantizar que la nueva normativa refleje las necesidades de la población y aborde problemas específicos del cantón. Entre las falencias detectadas, destaca la falta de implementación efectiva de la ordenanza actual, lo que ha generado vacíos en la gestión de la fauna urbana.
Revisión de sanciones y enfoque en sensibilización
La ordenanza vigente establece un régimen sancionador con infracciones clasificadas en leves, moderadas y graves. Las infracciones leves implican 24 horas de servicio comunitario y una multa del 20% de un salario básico unificado. Las graves, como actos de crueldad, conllevan 72 horas de servicio comunitario y una multa de dos salarios básicos. Estas sanciones serán revisadas para ajustar su clasificación, priorizando la concientización.
“No queremos sancionar, queremos concientizar”, enfatizó Veintimilla, destacando que el municipio impulsa campañas de sensibilización para fomentar el respeto hacia los animales. Estas iniciativas buscan complementar la nueva normativa, promoviendo una cultura de responsabilidad compartida en la ciudadanía.
Hacia una normativa adaptada al contexto local
La decisión de derogar la ordenanza actual responde al crecimiento dinámico de Portoviejo y a la necesidad de una legislación más clara y aplicable. La nueva normativa busca abordar problemas como la tenencia responsable de animales, la convivencia en espacios urbanos y la protección de la fauna.
El proceso continuará con la integración de aportes ciudadanos y técnicos, con el objetivo de consolidar una ordenanza que sea un referente nacional.