La esperada entrega de la calle Tomás Larrea, en la parroquia Picoazá de Portoviejo, no se concretará a finales de julio como estaba previsto, debido a la escasez de asfalto provocada por la paralización de la refinería de Esmeraldas.
La obra, que conecta sectores clave de la parroquia, lleva un 75% de avance, pero la falta de material asfáltico retrasará nuevamente su culminación, afectando a los vecinos que enfrentan polvo y dificultades para transitar.
Fernando García, contratista, explicó que los trabajos, reiniciados el 13 de mayo tras una paralización de dos meses y medio por retrasos en pagos municipales, han avanzado, pero no lo suficiente para terminar en la fecha prevista. “Hasta finales de julio la calle quedaría sólo con la base de cemento, señalizaciones verticales y luminarias”, dijo el contratista. La obra en Picoazá también incluye sistema hidrosanitario, que ya está listo, así como aceras y bordillos, algo en lo que se trabaja esta semana.
Avances hasta finales de julio
Sin embargo, la carpeta asfáltica, esencial para la entrega final, no podrá colocarse a tiempo debido a la falta de material. La obra, que abarca 330 metros de vía e incluye sistema eléctrico con luces LED, riego, jardinería y señalización vial. El presupuesto de la obra supera los 300.000 dólares.
Carlos Gines, presidente del Colectivo Ciudadano por Picoazá, expresó la frustración de los vecinos ante los retrasos. “El exceso de polvo está afectando la salud y la calidad de vida de los habitantes, y transitar por la calle es un problema diario”, lamentó.
Escasez de asfalto
La paralización de la refinería de Esmeraldas, tras un incendio el 26 de mayo de 2025, ha generado una crisis de suministro de asfalto en todo el país. Según el ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, la producción de asfalto se reanudará el 10 de agosto, con un estimado de 33 autotanques diarios de cemento asfáltico (AC-20) y 4 de RC-250.
La refinería, con capacidad para procesar 110.000 barriles diarios, ha enfrentado múltiples interrupciones este año, incluyendo mantenimientos prolongados, un sismo y la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), lo que ha complicado la ejecución de obras viales a nivel nacional.
De cumplirse las fechas anunciadas por el ministerio, García estima que la calle Tomás Larrea podría entregarse el 15 de agosto, una vez que se reanude el suministro de asfalto y se complete el asfaltado.