A diez días de la segunda vuelta presidencial del 13 de abril, organizaciones sociales como Unidad Popular y Mujeres por el Cambio, lideradas por figuras como Gloria Toapanta y Julio César Ramón, han convocado al voto nulo como respuesta al debate presidencial. ¿Por qué? Consideran que los candidatos finalistas, Daniel Noboa y Luisa González, no representan los intereses del pueblo ecuatoriano «ni ofrecen soluciones a problemas como la inseguridad, la pobreza y la corrupción».
Razones detrás del llamado al voto nulo
Gloria Toapanta, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) y miembro de Unidad Popular, expresó su preocupación tras el debate presidencial: “Quedamos con mucha preocupación porque el pueblo ecuatoriano tenga que elegir entre dos opciones que no representan sus intereses”. Según Toapanta, las acusaciones de vínculos con el narcotráfico y corrupción entre Noboa y González evidencian que ninguno ofrece soluciones reales. En su lugar, advierte que ambos profundizarán la pobreza, la inseguridad y la falta de empleo y medicinas en el país.
Julio César Ramón, de Unidad Popular, refuerza esta postura: “Queríamos escuchar propuestas serias, pero quedamos en deuda con estos candidatos”. El colectivo “Por el No, por el Nulo” surge como una alternativa para rechazar lo que consideran «una falsa dicotomía electoral».
El voto nulo como protesta política
El movimiento no se limita a Unidad Popular. Mujeres por el Cambio se ha sumado a esta iniciativa, argumentando que ni Noboa ni González representan a las mujeres, estudiantes o el pueblo en general. “La una, un pasado de corrupción y persecución; el otro, una expresión del neoliberalismo y la ultraderecha”, afirmó una vocera del grupo.
La convocatoria al voto nulo se presenta como un acto de resistencia. “Es un rechazo a la entrega del país a las transnacionales y a la pobreza que vivimos”, señaló Toapanta, destacando la falta de soluciones radicales en las propuestas de los finalistas.
Contexto y relevancia del voto nulo
El llamado al voto nulo no es nuevo en Ecuador. En las elecciones de 2021, el movimiento indígena Pachakutik promovió esta opción, alcanzando un 16% de votos nulos en la segunda vuelta, según datos históricos. En 2025, con un país polarizado y una primera vuelta cerrada (Noboa 44,17% y González 44%), el voto nulo podría ser decisivo. Organizaciones sociales de Santo Domingo de los Tsáchilas, una provincia clave por su ubicación estratégica, buscan capitalizar el descontento tras un debate que dejó más dudas que respuestas.