La decisión del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de retirar la concesión de la vía Portoviejo-Montecristi al Gobierno Provincial de Manabí fue un retroceso en el proceso de descentralización que la provincia ha reclamado durante décadas.
Si bien la carretera no recibió la atención que requería porque la mayor parte de los recursos se destinó a otros fines, la solución tampoco es que sea el Estado central el que asuma su manejo. Basta ver la situación en que se encuentra el resto de la red vial estatal de Manabí para darse cuenta del desinterés por las carreteras de esta provincia.
La experiencia demuestra que el manejo directo por parte del Estado no es eficiente. Las vías concesionadas, en cambio, pueden mantenerse en condiciones óptimas, siempre que exista un contrato transparente, con obligaciones claras para la empresa administradora y mecanismos de control efectivos por parte de las autoridades.
No se trata solo de comodidad, sino de seguridad, competitividad y desarrollo económico. El Gobierno debe tender hacia la concesión de las carreteras de Manabí.