Desde hace tres días, el subsidio al diésel dejó de existir en su totalidad, luego de décadas de ajustes parciales y reducciones que nunca llegaron a concretarse por completo. La decisión, justificada por la ministra de Economía, Sariha Moya, busca cerrar una brecha fiscal que el Gobierno estima en más de 1.100 millones de dólares anuales, dinero que ahora será redirigido hacia incentivos sociales y productivos.
“Si no se eliminaba en su totalidad, quedaba una puerta abierta para que los recursos sigan alimentando redes que no queremos financiar, incluso vinculadas al crimen organizado”, sostuvo Moya en Teleamazonas este lunes 15 de septiembre, al justificar la radicalidad de la medida.
Transporte público y compensaciones temporales
El sector transporte, uno de los más impactados por el alza inmediata tras la eliminación del subsidio del diésel, recibirá incentivos económicos temporales. El Ejecutivo anunció que 23.000 transportistas del servicio urbano, intercantonal e interprovincial podrán acceder a compensaciones de entre 400 y 1.000 dólares mensuales durante un periodo de ocho meses.
De manera paralela, se activará un programa de renovación de flota con bonos de hasta 20.000 dólares por la chatarrización de unidades antiguas. Los beneficiarios podrán acceder a créditos productivos con tasas de interés de un solo dígito, en torno al 9%, dijo Moya.
Maquinaria y bonos directos por subsidio
El Gobierno también puso en marcha un paquete de apoyo al sector agrícola, afectado por el retiro del subsidio. Incluye la compra y entrega de 1.200 tractores, con un presupuesto de 81 millones de dólares, destinados a asociaciones campesinas. Además, se otorgará un bono de 1.000 dólares a 100.000 agricultores en situación de pobreza, identificados mediante el Registro Social y el catastro de Agricultura Familiar y Campesina.
“Es la primera vez que se entregan tractores directamente a asociaciones de productores. Queremos que dejen de alquilar maquinaria y que puedan invertir en su propia productividad”, señaló la ministra Moya.
Programas sociales con recursos de eliminación de subsidio
El redireccionamiento de fondos también reforzará los programas sociales, afirma el Gobierno. Moya anunció la inclusión de 55.000 nuevas familias en el Bono de Desarrollo Humano y la devolución del IVA a 115.000 adultos mayores adicionales. Solo en la última semana se desembolsaron 200 millones de dólares para este grupo vulnerable, afirmó la ministra.
Críticas y debate social
El fin total del subsidio al diésel ha dividido opiniones. Los gremios transportistas rechazaron la medida, al considerarla perjudicial para sostener sus operaciones. Mientras que, organizaciones sociales alertaron sobre posibles impactos en el costo de vida y exigieron mecanismos más amplios de compensación.
Sariha Moya resaltó también en que el gas de uso doméstico no será tocado y recalca que la eliminación del subsidio al diésel era inevitable. “Se trata de una transformación que pensamos en función de los más vulnerables, cerrando fugas de recursos que beneficiaban a pocos”, enfatizó.
Con la medida en vigencia, el desafío será garantizar que los incentivos lleguen de forma efectiva, estiman analistas económicos. Asimismo, que el retiro del subsidio, ahora completo, no se traduzca en un golpe irreversible para las familias ecuatorianas.