Tom Phillips, padre de familia desaparecido en Nueva Zelanda desde 2021 junto con sus tres hijos, murió el lunes durante una persecución policial en Piopio, según informaron las autoridades locales. El hombre, considerado uno de los prófugos más buscados del país, fue abatido tras enfrentarse a la policía, lo que también dejó a un agente gravemente herido.
Fin de una larga búsqueda del padre y sus hijos
La madrugada del lunes, efectivos policiales localizaron a Tom Phillips en un local comercial en Piopio, al norte de Nueva Zelanda. El hombre, quien estaba acompañado por uno de sus hijos y conducía un cuatriciclo, fue interceptado por agentes que colocaron clavos en la vía para detener el vehículo.
Al salirse del camino, Phillips abrió fuego contra los policías, hiriendo a uno de ellos en la cabeza. Una segunda patrulla acudió al lugar y respondió al ataque, provocando la muerte del fugitivo.
Su hijo, quien se encontraba en el lugar, colaboró con las autoridades para localizar a sus dos hermanos restantes, encontrados más tarde en un campamento en una zona remota del bosque.
La desaparición que conmocionó a Nueva Zelanda
Tom Phillips desapareció con sus hijos en septiembre de 2021 desde la localidad de Marokopa, en la región de Waikato. Su caso se volvió uno de los más enigmáticos y mediáticos del país, al mantenerse ilocalizable durante casi cuatro años, a pesar de los esfuerzos policiales y múltiples avistamientos reportados por ciudadanos.
Las autoridades creen que su desaparición se debió a una disputa legal por la custodia de los menores, lo que lo llevó a huir hacia zonas remotas. Phillips era conocido por sus habilidades de supervivencia, incluyendo la construcción de refugios, caza y recolección de alimentos en el bosque.
Desde 2023, tanto él como sus hijos estuvieron involucrados en robos a tiendas de tecnología, alimentos e incluso un banco, lo que intensificó la búsqueda. El último avistamiento registrado fue en octubre de ese año, cuando adolescentes grabaron un video de Phillips y los niños caminando con ropa de camuflaje, señala una nota de la BBC.
Reacciones y situación de los menores
La madre de los niños, conocida como Cat, fue informada de los hechos por la policía. En declaraciones al medio local Stuff, expresó sentirse “aliviada” de que la situación hubiera concluido, aunque manifestó también su tristeza por lo ocurrido. “Los he echado de menos todos los días en estos casi cuatro años”, dijo Cat. Sin embargo, las autoridades aún no han determinado quién quedará a cargo de los tres menores tras la muerte de su padre.
El primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Luxon, calificó el incidente como “triste y trágico”. En una rueda de prensa, expresó que “nadie quería que esto sucediera” y que el país comparte un sentimiento de pesar por el desenlace.
Una comunidad dividida
Durante los años de búsqueda, surgieron dudas sobre si Phillips habría recibido ayuda por parte de la comunidad de Marokopa, que cuenta con apenas 100 habitantes. Muchos vecinos lo conocían y sabían de sus capacidades para ocultarse en el entorno natural.
A pesar de su habilidad para la supervivencia, las autoridades notaron signos de desesperación, como los múltiples robos y desplazamientos que lo expusieron al público. En una entrevista previa, su hermana Rozzi había hecho un llamado público para que regresara, indicando que la familia estaba dispuesta a apoyarlo. “Tengo muchas ganas de volver a verlos a todos y ser parte de sus vidas”, había declarado semanas antes del enfrentamiento fatal.
El legado de un caso sin precedentes
La historia de Tom Phillips se convirtió en uno de los grandes misterios contemporáneos de Nueva Zelanda. Su capacidad para evadir la justicia, mantenerse escondido con tres menores y sobrevivir durante casi cuatro años en condiciones extremas ha generado un extenso debate social y mediático.
A medida que se esclarecen los detalles del operativo que terminó con su vida, la atención ahora se centra en el bienestar psicológico y físico de los tres niños, quienes estuvieron aislados de la sociedad y bajo condiciones poco convencionales durante un periodo prolongado.
El Departamento de Servicios Sociales se encuentra evaluando la situación familiar para determinar la custodia definitiva de los menores. (10)