Estados Unidos desplegó diez aviones de combate F-35 en Puerto Rico para reforzar las operaciones antinarcóticos en la región, según un anuncio oficial. Estas aeronaves se suman a la presencia militar estadounidense ya establecida en el sur del Caribe. La presencia militar, según EE.UU. es para combatir grupos de delincuencia organizada vinculados al tráfico de drogas hacia EE.UU.
El despliegue ocurre tres días después de un ataque aéreo a una embarcación supuestamente venezolana, informado por el presidente Donald Trump. El Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU. confirmó que los diez aviones F-35 operarán desde bases en Puerto Rico. Para ello se coordina con unidades navales y terrestres en la zona. El objetivo es interrumpir las rutas de narcotráfico que conectan América del Sur con EE.UU.
Diez aviones F-35 patrullarán el Caribe
Este refuerzo se enmarca en una estrategia más amplia para contrarrestar el aumento de actividades delictivas en el Caribe. Desde allí, se estima que pasan grandes volúmenes de droga hacia el mercado norteamericano. El pasado martes, Trump informó que fuerzas aéreas estadounidenses atacaron una embarcación sospechosa proveniente de Venezuela. Se dio en un operativo relacionado con la lucha contra el narcotráfico.
Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre el incidente, el presidente destacó que la acción buscaba desmantelar redes de contrabando. Este evento precedió al anuncio del despliegue de los diez aviones F-35, lo que sugiere una intensificación de las operaciones en la región. La presencia militar estadounidense en el Caribe no es nueva.
No hay datos exactos de la operación
Desde hace años, el país mantiene bases y patrullas en el sur del Caribe, incluyendo países aliados como Colombia y República Dominicana, para monitorear y frenar el flujo de drogas. El despliegue de los avanzados F-35, conocidos por su tecnología stealth y capacidad de combate, marca un escalamiento en los recursos dedicados a esta misión. Las autoridades no han revelado la duración exacta de la operación.
El tráfico de drogas en el Caribe sigue siendo un desafío para las autoridades estadounidenses con organizaciones criminales trasladando toneladas de cocaína. Según datos del Departamento de Justicia de EE.UU., el 90% de la droga que ingresa al país pasa por la región del Caribe y Centroamérica. Este nuevo despliegue busca reforzar la seguridad en la zona y presionar a los grupos delictivos que operan en la región.
La población local en Puerto Rico y otros países caribeños ha sido informada sobre las operaciones, aunque no se han reportado incidentes relacionados con el despliegue hasta el momento.