La parroquia Picoazá es una de las zonas más afectadas por la última creciente del río Portoviejo. En este sector, más de 100 casas están bajo el agua tras el desbordamiento del río, la tarde del jueves 3 de abril.
En algunas viviendas el nivel del agua alcanzó un metro de altura. La mañana de este viernes 4 de abril, el nivel había disminuido y las personas trataban de evacuar el lodo y el agua de sus casas. Manuel Palma, un adulto mayor del sector El Milagro, no pudo contener las lágrimas por las pérdidas que tuvo en su hogar. “Nos hemos inundado dos veces, pero esta vez ha sido peor”, comentó.

Palma vive con su esposa y aseguró que el mes anterior que se inundaron por primera vez, no recibió ninguna ayuda y se resigna a que esta vez alguna autoridad le ayude. “A nosotros no nos toman en cuenta”, lamentó, al cuestionar que el mes anterior la ayuda llegó solo a quienes viven en la vía principal de este sector.
Las plantaciones quedan bajo el agua por la creciente del río
Ana Palma vive en este mismo sector y aseguró que las plantaciones de habichuela, maíz y pimiento, que su padre sembró, se perdieron. “Hizo un crédito de 2 mil dólares para sembrar y ahora no sabe cómo pagar”, comentó, mientras caminaba descalza, en el patio de su predio que estaba lleno de agua. Dentro de su casa, aún había sedimento y perdió varios enseres.
La mayoría de las familias de este sector de Portoviejo perdieron colchones, camas, neveras y cocina. Muchas de ellas, pasaron la noche en las viviendas de sus vecinos que cuentan con una segunda planta.
Nancy Palma logró trasladar a su hermano con discapacidad a la parte alta de una casa de caña, antes de que el agua inundara su vivienda. “El agua me llegó hasta aquí”, comentó mientras con su mano señalaba su pecho. Ella también ha perdido varios enseres y aseguró que todo el invierno le ha tocado vivir rodeada del agua que se queda estancada en los terrenos.
Damnificados por el invierno aseguran que no han recibido ayuda
Las familias de este sector solicitan ayuda para todos. Calculan que son más de 100 familias damnificadas. Leonardo Medina, junto a su familia, trataban de sacar el agua de su casa, con baldes. Aseguró que hasta el mediodía del viernes no había llegado ninguna autoridad a realizar una evaluación de las pérdidas que han tenido. Calculó que sólo en enseres sus pérdidas bordea los 1.000 dólares.
Erika Laz, dijo que en este sector habitan adultos mayores y personas con discapacidad que no han recibido ninguna ayuda, pese a que han sido damnificadas. Puso de ejemplo a su abuela, a quien el mes anterior le hicieron llenar una ficha como damnificada, pero el municipio y el MIES no concretan una ayuda.

Desde la Dirección de Riesgos del Municipio de Portoviejo se informó que la tarde de este viernes continuaban realizando la evaluación en las zonas afectadas. Luego, se podrá concretar ayuda humanitaria en conjunto con la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
Según la SNGR, las últimas inundaciones en Portoviejo afectaron a las parroquias Colón, Andrés de Vera, Picoazá, Simón Bolívar, y 18 de Octubre. En las cinco parroquias, más de 600 viviendas fueron afectadas, con el mismo número de familias.
Las calles del casco central de Portoviejo quedaron llenas de sedimento
Varios sectores de Portoviejo continuaban llenos de agua. A pesar que el nivel del río disminuyó, el sedimento permanece en tramos de las calles Chile, Quiroga, y 18 de Octubre. Juan Saltos, habitante de este sector, dijo que la planta baja de su casa quedó llena de sedimentos, algo que no le había ocurrido desde hace al menos ocho años. “Pero este año ha sido más fuerte”, comentó Saltos, quien logró poner a buen recaudo sus enseres y no se dañaron.

En el sector Barranco Pelado, junto al puente Velasco Ibarra, el río también inundó las viviendas. Mirka Loor, dijo que la casa que donde alquila se inundó rápidamente. De hecho, dijo que este viernes no pudo abrir su negocio de fresas con crema, porque no contaban con agua potable.
La mañana de este viernes, Municipio de Portoviejo anunció una nueva creciente del estero de Bonce del cantón Santa Ana, que podría ocasionar un nuevo desbordamiento del río Portoviejo.