Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, más conocido como Cantinflas, fue un pilar del cine mexicano y un ícono de la comedia a nivel mundial. Su personaje, un carismático y elocuente vagabundo, conquistó a millones de personas. Sin embargo, su vida personal y profesional ha sido objeto de debate y polémica, revelando una marcada dicotomía entre la figura pública y el hombre privado.
¿Quién era realmente Mario Moreno? Varios testimonios y documentos desclasificados de la época sugieren que el actor era una persona radicalmente distinta a su personaje, generando un contraste que perdura hasta el día de hoy.
El inicio desde la pobreza
La vida de Mario Moreno inició en la pobreza, con diversos trabajos como boxeador y mesero, antes de encontrar su verdadera vocación en los teatros ambulantes de la Ciudad de México en la década de 1930. Su personaje, Cantinflas, nació en las carpas, un lugar donde su ingenio y peculiar forma de hablar se ganaron el cariño del público.
Su ascenso a la fama fue meteórico, especialmente tras el éxito de su tercer filme, “Ahí está el Detalle”, en 1940, una película que no solo lo consagró como estrella, sino que también inmortalizó su estilo cómico. La frase que dio título a la cinta lo acompañó durante el resto de su carrera, y su fama trascendió fronteras, culminando con la obtención de un Globo de Oro en 1956 por su participación en “La Vuelta al Mundo en 80 Días”.
El otro Mario Moreno
El éxito en la pantalla contrastaba fuertemente con la percepción que muchos de sus colegas tenían del hombre detrás del personaje. La escritora Guadalupe Loaeza, en una entrevista para BBC Mundo, describe a Mario Moreno como un hombre “siniestro” y “desagradable”, con una ambigüedad evidente que generaba rechazo entre sus pares en el medio artístico.
Este contraste se agudizó con el tiempo, a medida que la fama y la fortuna de Moreno crecían, separándolo cada vez más de la imagen humilde y bonachona de Cantinflas que proyectaba en sus películas. Mientras su personaje representaba al pueblo, el actor acumulaba un poder e influencia considerables.
Poder e influencia detrás de la comedia
La vida de Mario Moreno no estuvo exenta de poder político y social. Según documentos desclasificados de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política de México, el actor se desempeñó como consejero del presidente Gustavo Díaz Ordaz, una de las figuras más controvertidas de la historia mexicana.
Su influencia era tal que gozaba de acceso directo a figuras de alto rango, un privilegio que, según el periodista Luis Guillermo Hernández de la revista Eme Equis, utilizaba para su beneficio personal. Esta influencia se tradujo en una vasta fortuna que, según Loaeza, agudizó la contradicción de su vida: mientras en el cine interpretaba a un hombre pobre, en la vida real vivía rodeado de lujos.
Las películas del pícaro del barrio
Esta dualidad también se manifestaba en su obra. Las primeras películas de Cantinflas, filmadas en blanco y negro, lo mostraban como un pícaro de barrio, cercano al pueblo. Sin embargo, con el paso del tiempo y la llegada del cine a color, su personaje evolucionó hacia una figura más institucional y moralista, cuyos diálogos a menudo reflejaban las políticas del gobierno en turno.
Guadalupe Loaeza argumenta que Cantinflas se volvió “muy institucional”, dejando de ser el “cómico del pueblo” para convertirse en un portavoz de mensajes políticos. A pesar de estas críticas, el cariño del público por el personaje de Cantinflas nunca disminuyó.
Votaban por Cantinflas
En las elecciones presidenciales, miles de mexicanos votaban por Cantinflas como su candidato, escribiendo su nombre en las papeletas a pesar de que los votos eran anulados. Esta acción era una clara muestra de la confianza y el cariño que el pueblo sentía por el personaje.
Este fenómeno de simpatía popular se evidenció nuevamente el 20 de abril de 1993, cuando, tras su fallecimiento, más de 250.000 personas desfilaron ininterrumpidamente durante 14 horas frente a su ataúd en el Palacio de Bellas Artes. El centenario de su nacimiento, celebrado en 2011, también atrajo a miles de admiradores, demostrando que, para muchos, la figura de Cantinflas es inmortal.
Tragedia y escándalos en la familia Moreno
La vida familiar de Mario Moreno estuvo marcada por la tragedia y los escándalos. En 1929, el actor conoció a Valentina Ivanova, una actriz de origen ruso con quien se casó cinco años después. La pareja, que no podía tener hijos biológicos, adoptó a Mario Arturo Moreno Ivanova en 1960. Sin embargo, el origen de este hijo ha sido objeto de diversas especulaciones a lo largo de los años.
Tras la muerte del actor en 1993, su hijo adoptivo y su primo, Eduardo Moreno Laparade, se vieron envueltos en una larga batalla legal por los derechos y regalías de 39 de los filmes del comediante, producidos por su compañía, Posa Films. Esta disputa puso de manifiesto las tensiones existentes en la familia del ícono.
Las controversias familiares
La vida de los descendientes de Mario Moreno también ha estado envuelta en polémicas. El hijo del actor, Mario Arturo Moreno Ivanova, falleció en 2017 a causa de un infarto, dejando una estela de escándalos y adicciones. Las nietas del actor, hijas de Mario Arturo, también han enfrentado graves problemas, incluyendo la adicción a las drogas, que ha sido ampliamente documentada en los medios de comunicación.
Estos sucesos contrastan fuertemente con la imagen de integridad y moralidad que el personaje de Cantinflas buscó proyectar en la última etapa de su carrera. A pesar de la controversia que rodea la vida de Mario Moreno y su familia, el legado de Cantinflas como uno de los más grandes comediantes de la historia de América Latina se mantiene intacto, un testimonio del profundo impacto que su personaje tuvo en la cultura popular. (10).