En un vibrante encuentro ante Macará, el arquero de 36 años detuvo el remate de pierna izquierda de Jordan Mohor, asegurando una victoria por 7-6 en la tanda de penales, tras un empate sin goles en el tiempo reglamentario. Este triunfo en los 16avos de final consolida a Manuel Mendoza como el héroe del equipo universitario, que ahora enfrentará a Universidad Católica en el estadio Reales Tamarindos.
No es la primera vez que Mendoza brilla en esta competencia. En los 32avos de final, el guardameta ya había demostrado su calidad al atajar dos penales a Washington Yoong y Gypson Preciado de Independiente Juniors, logrando una victoria por 4-3 que permitió a Liga de Portoviejo avanzar.
Su actuación frente a Macará no solo reafirmó su capacidad bajo los tres palos, sino también su fortaleza emocional. Tras detener el penal decisivo, Mendoza miró al cielo, dedicando el triunfo a su madre, Silvia Resabala, fallecida hace un mes y medio. “Es duro, pero acá estoy, agradeciendo a Dios y a mis padres que están en el cielo”, expresó el portero, visiblemente emocionado.
Manuel Mendoza celebró la victoria con sus compañeros
El festejo fue épico: Mendoza corrió hacia sus compañeros, quienes lo recibieron con euforia, celebrando un nuevo hito para el cuadro manabita. “Somos de Segunda, pero tenemos corazón de primera. Demostramos que luchamos hasta el final y, gracias a Dios, se nos dio”, afirmó Mendoza, destacando el espíritu combativo del equipo.
A pesar de la dificultad que representa Universidad Católica, el arquero se mostró optimista: “Es un rival complicado, pero estamos convencidos de que podemos llegar lejos. Es un sueño y lo estamos viviendo”.
Un héroe que llega a su equipo hacia la gloria
Liga de Portoviejo, que el año pasado estuvo cerca de ascender pero cayó en penales, se perfila como la sorpresa de la Copa Ecuador. “Sabemos que podemos llegar más lejos, no vamos a decaer”, aseguró Mendoza, quien ve en este torneo una oportunidad para redimirse y seguir haciendo historia.
Con su liderazgo y reflejos, el guardameta se ha convertido en el pilar de un equipo que, contra todo pronóstico, sigue soñando en grande. La afición manabita espera con ilusión el próximo desafío, confiando en que “Manuco Mendoza” continúe siendo el héroe que los impulse hacia la gloria.