Los ríos Portoviejo y Chico reciben trabajos de limpieza y desazolve en sectores donde cada invierno las familias viven bajo la amenaza de inundaciones. Se trata de una intervención de Prefectura de Manabí, a través de la Dirección de Riego y Recursos Hídricos. El objetivo es recuperar los cauces naturales y disminuir el impacto de la temporada lluviosa sobre viviendas y cultivos.
En el sector El Naranjo, parroquia urbana Simón Bolívar, se interviene la quebrada del mismo nombre. Aquí se limpia un kilómetro de cauce, que se encontraba totalmente azolvado. Además, se reconforman los muros laterales para canalizar las aguas directamente al río y evitar que afecten a las viviendas cercanas.
Zonas y familias beneficiadas con la limpieza
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En el río Chico, parroquia Alhajuela, se recuperó 1,5 km de cauce en Bajo Grande.
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En Cascabel, límites de Alhajuela y Calderón, comenzó la limpieza el 1 de septiembre con maquinaria especializada.
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En total, más de 150 familias viven en sectores directamente beneficiados por estas intervenciones.
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La ejecución se extenderá hasta mediados de septiembre, con prioridad en los puntos más afectados por el último invierno.
Impacto en Portoviejo y Alhajuela
En El Naranjo, vecinos relatan que las lluvias de años anteriores desbordaron la quebrada, dejando patios anegados y pérdidas materiales. Con los trabajos actuales, las aguas ya se canalizan con mayor fluidez, reduciendo riesgos inmediatos.
En el río Chico, recuperar el ancho natural del cauce era una demanda pendiente. “El agua se desbordaba con facilidad porque el cauce estaba estrechado por sedimentos. Ahora vuelve a tener la capacidad de conducir mayores volúmenes”, explicó un operador de maquinaria. El equipo de trabajo asignado a ese punto ejecutó las labores en una extensión de un kilómetro y medio, en el sector Bajo Grande, de la parroquia Alajuela.
Prevenir antes que lamentar
Cada invierno, comunidades de Portoviejo y Alhajuela enfrentan daños recurrentes por lluvias intensas. El desazolve y la reconformación de muros no eliminan del todo la amenaza, pero reducen la probabilidad de emergencias en áreas agrícolas y residenciales.
Estos trabajos se realizan con dos excavadoras brazo corto, contratadas mediante feria inclusiva. Según la Prefectura de Manabí, las tareas forman parte de un plan integral de prevención. La intervención, planificada para un mes, ya registra avances significativos en las primeras dos semanas y continuará hasta mediados de septiembre.
Con el avance de estas obras, se espera que la próxima temporada lluviosa encuentre a las comunidades en mejores condiciones de respuesta. La limpieza de cauces se convierte así en una medida clave para proteger familias y bienes en un territorio expuesto a fenómenos climáticos recurrentes.