Las Fuerzas Armadas de Ecuador destruyeron más de 6.800 armas, municiones y accesorios incautados al crimen organizado. Las incautaciones se dieron durante los primeros tres meses de 2025. La destrucción se realizó en Guayaquil, en una empresa especialista en fundir todo tipo de materiales. La acción, forma parte del “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa contra las bandas criminales.
El arsenal destruido incluía 1.051 armas de fuego letales, 147 armas no letales, 1.516 accesorios y más de 3.600 municiones mortíferas. La operación se coordinó entre el Bloque de Seguridad, integrado por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y los ministerios de Interior y Defensa. Las armas se clasificaron como descartadas previamente por ser consideradas obsoletas o deficientes para uso por las fuerzas de seguridad.
Fuerzas Armadas contra el crimen organizado
El procedimiento se desarrolló bajo estrictos protocolos en Guayaquil. Esta ciudad ha enfrentado un aumento significativo de la violencia ligada al narcotráfico y el crimen organizado. Según datos oficiales, aproximadamente el 30 % del armamento incautado a las bandas criminales se han reasignado a policías y militares. Sin embargo, el 70 % restante, como el destruido en esta operación, no cumplía con los estándares para su reutilización.
La destrucción de estas armas se enmarca en las reformas legales aprobadas en Ecuador tras el referéndum de 2024. Esto permite a las fuerzas de seguridad equiparse con material confiscado a grupos armados. Además, la ley de control de armas, vigente desde octubre de 2024, regula el manejo de este armamento para fortalecer la lucha contra el crimen. En los últimos cinco años, las Fuerzas Armadas han destruido cerca de 32 mil armas.
Un mensaje a los grupos criminales
Todo este armamento ha sido proveniente de bandas criminales, lo que ha consolidado su estrategia para reducir el poder armamentístico de estos grupos. El “conflicto armado interno”, declarado por el presidente Noboa, ha intensificado los operativos contra las organizaciones delictivas, especialmente en Guayaquil. El Bloque de Seguridad destacó que la destrucción de estas armas busca enviar un mensaje claro a los grupos criminales.
Esta operación de las Fuerzas Armadas reforzó las acciones del gobierno ecuatoriano en un contexto de creciente inseguridad, donde el narcotráfico y las bandas criminales han desafiado la autoridad estatal. Las autoridades continuarán con operativos similares para desmantelar el armamento ilícito. Esto mientras se evalúan nuevas estrategias para optimizar el uso de los decomisos en beneficio de las fuerzas de seguridad.