Un hombre confesó haber violado, asesinado y enterrar los restos de una enfermera en Quito



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Johnny Stalyn C. A. es el autor confesó de haber violado y asesinado a la enfermera Letty Cando, de 33 años de edad.

Este hombre aceptó que violó, apuñaló y descuartizó a la mujer para luego enterrarla en el parque Metropolitano, en Quito.

El hombre en un principio negó participación alguna.

Luego de ver los videos de las cámaras de seguridad del parque confesó en dónde enterró a Letty Cando.

La Fiscalía le formuló cargos por asesinato y se le dictó prisión preventiva por el delito de desaparición con muerte.

En su casa ubicada en Bellavista se encontraron manchas de sangre hasta en el techo.

Él intentó limpiarlas pero el luminol indicó que ahí había sangre. También quemó la ropa de Letty Cando para borrar las evidencias.

Sin embargo, durante las pesquisas las autoridades también encontraron más ropa quemada que pertenecería a otras personas, por lo que se levantaron nuevas alertas de abuso sexual.

Se sospecha que Johnny Stalyn C. A. tendría más víctimas bajo la misma modalidad, publicó Ecuavisa.

La enfermera Letty Cando fue violada, apuñalada tres veces en el pecho y cortada en siete partes.

Todo esto ocurrió en un cuarto ubicado en el sector Bellavista, norte de Quito.

El autor confeso de estos hechos es el cerrajero Johnny C.

La casa donde vivía estaba a 500 metros del parque Metropolitano, hacia donde caminó en siete ocasiones con las partes desmembradas, en intervalos de 20 minutos.

En el último trayecto llevó pico y pala y rearmó el cuerpo de la mujer antes de sepultarla a un metro bajo tierra.

Esto le tomó una hora 20 minutos, según los registros de las cámaras del parque.

El hecho ocurrió entre el sábado dos y domingo tres de septiembre.

Ese fin de semana, la mujer salió con una amiga a una fiesta en el sector de la Universidad Católica.

Luego se trasladaron a un bar de la avenida República, en el norte de la capital.

En ese sitio estaba un amigo de la compañera de Letty, con otros dos jóvenes, uno de ellos el agresor.

Letty, sin total conciencia de sus actos, discutió con su amiga, que la dejó con los tres hombres.

Al no saber dónde vivía, ellos la llevaron a la habitación del sospechoso.

El lunes y martes, la enfermera no fue a trabajar al centro de salud del IESS suroccidental, por lo que el caso fue reportado.

La Dinased interrogó el miércoles a la amiga de Letty y a los jóvenes que estuvieron en el bar y dieron con la vivienda del sospechoso.

Con un químico descubrieron manchas de sangre en el cuarto, hasta en el techo.

Había rastros de una fogata en la que el asesino quemó la ropa de la víctima. Pese a eso, negó el crimen pero siguió retenido.

El jueves, la Policía Nacional obtuvo los videos de las cámaras de seguridad que muestran cómo llevaba los restos de la mujer en sacos. Entonces fue cuando confesó dónde la enterró.