Los comerciantes de la plaza Tarqui de Manta, denunciaron que se registran constantes robos de cables y componentes eléctricos, lo que afecta la iluminación pública, pone en riesgo los equipos de los negocios y genera pérdidas superiores a los 80 mil dólares, según reportes de la empresa eléctrica.
Robos organizados y con apariencia de legalidad
El presidente de los comerciantes de la plaza, John Vera, explicó que los delincuentes que operan en la zona no actúan como ladrones comunes. “Vienen en camionetas doble cabina, vestidos como técnicos, y aparentan ser trabajadores de la empresa eléctrica”, dijo. Esta modalidad ha confundido a vecinos y transeúntes, quienes inicialmente creen que se trata de mantenimientos autorizados.
Uno de los robos más grandes ocurrió frente al antiguo hotel Las Rocas, donde está ubicado un centro de monitoreo y transformadores de energía. “Se llevaron cables, baterías, contactores… todo. Según la Empresa Eléctrica, las pérdidas superan los 80 mil dólares”, relató Vera. Un hecho similar se registró frente al restaurant El Marino, también en Tarqui.
Además de los robos, los delincuentes sustraen los cables de tierra, lo que deja sin protección a los equipos electrónicos durante subidas de tensión, generando daños difíciles de reparar.
Oscuridad e impacto al comercio nocturno de Manta
La consecuencia inmediata de estos robos es la falta de alumbrado público, lo que genera inseguridad y afecta directamente al comercio nocturno. Aunque la mayoría de los locales en Tarqui operan durante el día, negocios como supermercados Tía y Tuti sí atienden por la noche, y la oscuridad aleja a clientes y turistas.
“No hemos tenido reportes de asaltos directos a compradores dentro de la plaza, pero la oscuridad disminuye la circulación y reduce las ventas”, advirtió Vera. Aunque no todos los robos ocurren durante la noche, el retiro constante de cables deja partes del sector sin energía por varios días.
El representante de los comerciantes aseguró que la empresa eléctrica responde con rapidez, pero los robos se repiten en otras áreas cercanas al poco tiempo. Esta dinámica mantiene al sector en un estado de inestabilidad y vulnerabilidad.
Iniciativas comunitarias y respuesta institucional
Pese al panorama, los comerciantes intentan reactivar la economía con ferias comerciales y otras iniciativas. “La economía en Tarqui está muy baja. Por eso, estamos organizando ferias cada semana para atraer compradores”, señaló Vera.
Para mejorar la seguridad, la comunidad mantiene un chat directo con la Policía Nacional, donde reportan cualquier movimiento sospechoso o incidente. Esta acción ha facilitado una respuesta más ágil por parte de las autoridades, aunque los robos de infraestructura continúan.
El presidente del gremio también reiteró la necesidad de mayor vigilancia policial y mejor iluminación, así como medidas preventivas por parte de la Empresa Eléctrica, para proteger las instalaciones eléctricas vulnerables.
Contexto: Tarqui, una zona golpeada por la crisis
La plaza Tarqui, conocida también como “Tarqui viejo”, es una zona comercial histórica de Manta. Desde el terremoto de 2016, el sector ha experimentado una lenta recuperación. A esto se suma el impacto de la inseguridad, que ahora se expresa no tanto en asaltos a personas, sino en delitos que afectan los servicios públicos y la infraestructura estatal.
El robo de cables no solo deja sin luz a calles enteras, sino que también limita la actividad turística y económica en uno de los puntos más tradicionales de la ciudad. Comerciantes, autoridades y ciudadanos piden soluciones urgentes ante un problema que se repite sin freno.
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