¿Qué pasó con Boca Juniors? Empató 1-1 con Auckland City este lunes en Nashville, mientras Benfica vencía a Bayern Múnich, y así el equipo argentino quedó fuera del Mundial de Clubes 2025. La eliminación llegó entre bloopers, tormentas eléctricas y la historia surrealista de un rival que entrena después del trabajo.
Un cabezazo, un blooper y una ilusión corta para Boca
El partido comenzó como debía: con Boca presionando, dominando la pelota y generando chances. El gol llegó rápido, cortesía de un cabezazo de Di Lollo y una respuesta débil del arquero de Auckland City.
Sin embargo, los goles que no se hacen se sufren. Edinson Cavani malgastó oportunidades y Benfica hacía lo suyo contra el Bayern: gol, victoria y eliminación inminente.
En el complemento, llegó el empate: Gray, de cabeza, igualó el marcador para Auckland City. Justo antes de una suspensión momentánea por tormenta eléctrica. Ni el cielo ayudó.
Profesores, ferreteros y un millón de dólares
¿Quién es Auckland City? Un equipo cuyo plantel combina fútbol con ventas de gaseosas, corte de pelo y administración de almacenes. Jugadores semiprofesionales, sin salarios fijos y con un tope de 90 dólares estadounidenses semanales para gastos deportivos.
Mario Ilich, su capitán, trabaja en Coca-Cola. Declaró a The Guardian: “He usado todas mis vacaciones anuales para venir, no me queda nada para viajar con mi pareja”. Otro caso es Angus Kilkolly, gerente de ventas de herramientas, quien entrena de noche tras salir de la oficina a las 7:30.
El arquero del empate con Boca, Nathan Garrow, es estudiante universitario. El otro arquero del plantel, Conor Tracey, sufrió 10 goles del Bayern y trabaja en una ferretería. Paul Posa, entrenador interino, lo resume con un toque de realismo: “Todos tienen otros trabajos además del fútbol”, dijo a The Sun.
La gloria que se paga en cuotas
Para el humilde Auckland, el empate fue oro puro. Un millón de dólares que otorga la FIFA por puntuar se suma a los 2,5 millones por clasificar. Una cifra fuera de escala para su economía habitual.
El uruguayo Sebastián Ciganda, arquero suplente y limpiador de jacuzzis, adelantó que el premio será repartido entre jugadores y cuerpo técnico. Un gesto que habla de compañerismo y de necesidad.
Boca ganó dólares, pero perdió prestigio
La eliminación no fue gratuita para Boca. El club recibió 15,21 millones de dólares por su participación. Sumó 2 millones adicionales por sus empates (uno ante Benfica, otro ante Auckland), alcanzando 17,21 millones. Pero quedó a las puertas de embolsar 7,5 millones más por pasar de ronda, y otros 2 millones por victorias que nunca llegaron.
La derrota deportiva también dejó secuelas emocionales. Memes, burlas y críticas llovieron en redes sociales, no solo por el fracaso, sino por el perfil de su verdugo: un equipo sin estrellas ni contratos.
Puede ser un meme eterno para Boca
La imagen final quedó grabada como una escena tragicómica: Cavani mirando al cielo, los neozelandeses celebrando con humildad y Russo en silencio, sabiendo que el “golpe” que temía llegó.
Y así, Boca se va del Mundial sin triunfos, con más dinero que goles, y con un empate que costará ser digerido. Porque no fue el Bayern, ni el City, ni el Real Madrid. Fue el Auckland City, el de los peluqueros, ferreteros y agentes inmobiliarios. Los que no tenían vacaciones, pero sí un sueño.