Tras su elección el 8 de mayo de 2025, el papa León XIV, estadounidense con raíces peruanas, pronunció un vibrante mensaje en la Capilla Sixtina. En él exhortó a los 132 cardenales y a la Iglesia a proclamar el Evangelio en contextos hostiles donde la fe es vista como un “absurdo”, según reportes de Vatican News.
En su primera misa como pontífice, el papa León XIV, miembro de la orden agustina, delineó el rol de la Iglesia Católica en un mundo que, según él, desprecia o compadece a los creyentes. Durante la homilía en la Capilla Sixtina, advirtió sobre entornos donde la fe es considerada “débil” o “poco inteligente”. Todo esto dominado por valores como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder y el placer. “En estos lugares, la misión es más urgente,” afirmó, invitando a los cristianos a llevar la Palabra de Dios con valentía.
El papa, elegido por 132 cardenales en un cónclave histórico, pidió a la Iglesia caminar junto a él como “comunidad de amigos de Jesús” para anunciar el Evangelio. “Sé que puedo contar con ustedes para proclamar la buena noticia”, dijo a los cardenales, extendiendo su mensaje a todos los fieles. Su llamado resuena con la necesidad de revitalizar la evangelización en un mundo que, en muchos casos, reduce a Jesús a un mero “líder carismático” o “superhombre”, incluso entre bautizados que practican un “ateísmo de hecho”.
Crítica a la pérdida de fe y sus consecuencias
León XIV identificó una “falta de fe” que genera “dramas” sociales, como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad humana, y la crisis de la familia. Estas “heridas” causan un sufrimiento profundo en la sociedad, agravado por la indiferencia hacia los valores cristianos. El papa lamentó que, en ciertos contextos, la fe sea ridiculizada o tolerada con condescendencia.
Haciendo eco de su predecesor, Francisco, León XIV instó al Colegio Cardenalicio a dar un “testimonio gozoso” de la fe en Jesús Salvador. Recordó las enseñanzas de Francisco sobre la importancia de una Iglesia cercana y pidió a los cardenales imitar su ejemplo. Desde su experiencia en la diócesis de Chiclayo, Perú, el papa expresó su deseo de que nadie quede privado de “conocer y amar a Dios”.
El papa tiene una visión centrada en Cristo
En su homilía, el papa destacó a Jesús como el “único Salvador” que revela el rostro del Padre. Lo describió como un Dios que se hizo accesible a través de los “ojos confiados de un niño”, la “mente inquieta de un joven”, y los “rasgos maduros de un hombre”. Culminando en su resurrección como un modelo de “humanidad santa” que todos pueden seguir. Esta visión, según Vatican News, subraya la promesa de un “destino eterno” que trasciende las limitaciones humanas.
León XIV, el primer papa agustino, conectó su mensaje con su lema, “In illo uno unum” (“En Él somos uno”), inspirado en San Agustín. Su formación en Perú y su trayectoria como cardenal bajo Francisco refuerzan su compromiso con una Iglesia inclusiva y misionera.
Desafíos del nuevo pontificado
La elección de León XIV, nacido en Chicago y con nacionalidad peruana, marca un hito como el segundo papa americano. Su mensaje llega en un momento de polarización global, donde la fe cristiana enfrenta cuestionamientos en sociedades secularizadas. En X, usuarios como destacan la “fuerza espiritual” de su discurso. Y otros piden que su pontificado sea tan “cercano al pueblo” como el de Francisco.
Sin embargo, el énfasis en la evangelización podría generar críticas en contextos donde la Iglesia busca dialogar con otras religiones o sectores seculares. La narrativa optimista del papa contrasta con los retos prácticos, como la disminución de fieles en Europa y las tensiones internas sobre la sinodalidad, temas heredados de Francisco.
El mensaje de León XIV establece el tono de su pontificado: una Iglesia que no se intimida ante un mundo hostil y que busca llevar la Buena Noticia a todos los rincones. Su invitación a “caminar juntos” resuena con el espíritu de unidad y misión. Mientras su referencia a Chiclayo refleja un vínculo personal con los más necesitados. Con su primera aparición pública en el Regina Caeli del 11 de mayo, el papa comienza a construir un legado que, como el de Francisco, aspira a transformar la Iglesia y el mundo.