La Unión Europea decidió actuar frente a los aranceles que Estados Unidos impuso al acero y al aluminio. Los países del bloque votaron a favor de un paquete que alcanza los 20 mil millones de euros. Este conjunto de medidas busca proteger a la industria europea y responder con firmeza a Washington.
Entre los productos afectados se encuentran la soja, las motocicletas y varios artículos de belleza. Estos sectores representan un peso simbólico y económico para la economía estadounidense. La decisión europea no busca dañar, pero sí exigir respeto a las normas del comercio justo.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, defendió esta postura como necesaria y proporcional. En un comunicado oficial, dijo que las medidas podrían suspenderse si Estados Unidos acepta un acuerdo justo. Bruselas insiste en la vía del diálogo, pero no acepta presiones unilaterales.
La Unión Europea, preocupada por el impacto global
La UE considera que los aranceles impuestos por Washington son injustos y dañinos. Según sus voceros, estas decisiones afectan a empresas y trabajadores de ambos lados del Atlántico. Además, temen que esta tensión se extienda a la economía global y afecte a terceros países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, no solo impuso aranceles al acero y al aluminio. También anunció dos paquetes adicionales que afectan directamente a Europa. Uno aplica un 25% a los automóviles, mientras que el otro establece un 20% a productos específicos del bloque.
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Posibles represalias adicionales
Europa podría responder a estos nuevos aranceles en los próximos días. Las autoridades trabajan en un segundo paquete de represalias, con impacto equivalente al daño recibido. Aunque no quieren una guerra comercial, se preparan para defender sus intereses.
Empresarios de ambos lados ya expresaron preocupación por el rumbo de estas decisiones. Temen por el aumento de precios, la caída en las exportaciones y la pérdida de empleos. Varios piden a sus gobiernos que retomen el diálogo antes de que sea demasiado tarde.
Bruselas reafirma su voluntad de negociar con Washington. Sin embargo, deja claro que no aceptará medidas unilaterales que violen los acuerdos previos. La UE buscará proteger a su industria y a sus ciudadanos mientras insiste en una salida negociada.