La Administración de Donald Trump anunció este jueves 22 de mayo que prohíbe a la Universidad de Harvard matricular a estudiantes extranjeros «por conducta proterrorista» en un nuevo pulso entre la Casa Blanca y la institución educativa con motivo de las protestas en su campus contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, comunicó la revocación del certificado del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio a Harvard, tras acusar a la universidad de «perpetuar un ambiente inseguro» que «es hostil para los estudiantes judíos, que promociona el apoyo pro-Hamás, y aplica políticas racistas de diversidad, igualdad e inclusión».
La medida, anunciada este jueves 22 de mayo de 2025, responde a las protestas en el campus contra la ofensiva israelí en Gaza. Noem señaló que Harvard no cumplió con las solicitudes de información sobre actividades en los últimos años. La sanción implica que Harvard no podrá matricular estudiantes internacionales durante el curso 2025-2026. Los estudiantes extranjeros actualmente inscritos deberán trasladarse a otras instituciones o perderán su estatus legal en Estados Unidos.
Harvard tiene 72 horas para responder
Para recuperar el certificado antes del próximo año académico, Harvard «debe proporcionar toda la información requerida en menos de 72 horas». La titular de la cartera solicitó todas las pruebas que la universidad tenga en su posesión sobre actividad ilegal o violenta, amenazas o participación en protestas, «ya sea dentro o fuera del campus», de estudiantes extranjeros matriculados en los últimos cinco años. También pidió sus expedientes disciplinarios y evidencias sobre amenazas contra estudiantes o personal, así como privación de derechos.
Noem advirtió que proporcionar información falsa podría derivar en sanciones penales o civiles. Además, acusó a Harvard de «fomentar la violencia y el antisemitismo» en su campus y de coordinarse con el Partido Comunista Chino. Según la secretaria, la universidad ha ignorado oportunidades para cumplir con los requisitos de su oficina. “Admitir estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho”, afirmó Noem en una publicación en X, destacando que las universidades se benefician de mayores matrículas internacionales.
La decisión se enmarca en tensiones entre la Administración Trump y universidades por las protestas propalestinas. Noem subrayó que la medida es una advertencia a todas las instituciones académicas del país para que cumplan con los requisitos federales. Harvard, con una dotación multimillonaria, enfrenta ahora un problema significativo para recuperar su certificación. «Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país», publicó Noem en X.