El cónclave eligió al sucesor de Francisco este jueves, en la Capilla Sixtina. Sin embargo, detrás de esa significativo momento hay todo un protocolo que seguir. Conócelo a continuación.
Se anuncia la elección del nuevo papa
Tras la última votación de los 133 cardenales que forman el Cónclave, cuando un candidato obtiene 89 votos (dos tercios), se queman las papeletas con químicos que producen fumata blanca.
Dentro de la Capilla Sixtina, el cardenal elegido es preguntado por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, si acepta el cargo. Tras aceptar, elige su nombre pontifical. Luego, se retira a la Sala de las Lágrimas para vestir las vestimentas papales: sotana blanca, pectoral y solideo, adaptados a su talla.
Minutos después, el cardenal protodiácono, actualmente Dominique Mamberti, aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y pronuncia el “Habemus Papam”, revelando el nombre del nuevo papa y su nombre pontifical.

Primera bendición Urbi et Orbi
El nuevo papa aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro, donde ofrece su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo). Este acto, realizado tras el Habemus Papam, marca su presentación oficial. En 2013, Francisco pronunció unas breves palabras antes de la bendición, un gesto que se ha vuelto habitual.
Preparativos para el pontificado
En los días siguientes, el papa se instala en la Casa Santa Marta temporalmente, mientras se prepara el Apartamento Papal en el Palacio Apostólico. Cabe destacar que Francisco rechazó mudarse a esa residencia, residiendo hasta su muerte en Santa Marta.
Luego recibe el Anillo del Pescador y el sello papal, símbolos de su autoridad. Estos objetos, únicos para cada pontificado, son destruidos al final del mandato.
Misa de inicio del ministerio por el nuevo papa
El nuevo papa celebra una misa solemne de inicio de su ministerio petrino, generalmente en la Plaza de San Pedro, entre una y dos semanas después de su elección. En 2013, la misa de Francisco tuvo lugar el 19 de marzo, seis días tras su elección.
Contexto del cónclave 2025
El cónclave de 2025 es uno de los más diversos, con cardenales de 71 países, incluyendo a 23 latinoamericanos.
El proceso sigue las normas de la constitución Universi Dominici Gregis (1996), que regula cada etapa, desde la elección hasta el inicio del pontificado, asegurando continuidad en la Iglesia católica.
Se reúnen en la Capilla Sixtina un total de 53 cardenales europeos, 37 americanos, 23 asiáticos, 18 africanos y 4 de Oceanía. Aunque originalmente eran 135 los cardenales electores, dos no participarán, por lo que la cifra definitiva es de 133.