¡Habemus Papam! La tercera votación fue suficiente para que se conozca quién es el nuevo pontífice de la Iglesia Católica. Pasadas las 11:05 salió el humo blanco o fumata blanca, que revela que hay nuevo pontífice.
Qué sucede tras la fumata blanca
Tras la fumata blanca, el cardenal elegido acepta formalmente su elección respondiendo “Acepto” a la pregunta del decano del Colegio Cardenalicio. Luego, elige su nombre papal, un proceso que ocurre en la Sala de las Lágrimas. Posteriormente, el protodiácono cardenalicio aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y pronuncia el anuncio “Habemus Papam”, revelando el nombre del nuevo pontífice.
El nuevo papa se presenta al público desde el balcón, imparte su primera bendición “Urbi et Orbi” y comienza su pontificado. La ceremonia de entronización, conocida como la Misa de Inicio del Pontificado, se celebra días después.
El significado de la fumata blanca
La fumata blanca, producida por la quema de las papeletas electorales con un compuesto químico, anuncia al mundo que el cónclave ha alcanzado un consenso. En la Capilla Sixtina, los cardenales electores, menores de 80 años, votan hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios. Una fumata blanca en la primera votación, un hecho poco común, implica que el elegido cuenta con un apoyo abrumador desde el inicio.
Este evento ocurre en el contexto de un cónclave, convocado tras la vacancia de la Sede Apostólica, ya sea por fallecimiento o renuncia del papa. La rapidez de la elección puede reflejar unidad entre los cardenales o un candidato previamente destacado.
Contexto histórico y estadístico del cónclave
La elección en la primera votación es excepcional. Desde el siglo XX, la mayoría de los cónclaves han requerido varias rondas de votación. Por ejemplo, la elección de Benedicto XVI en 2005 necesitó cuatro votaciones, mientras que Francisco fue elegido en la quinta en 2013. Una fumata blanca inmediata podría interpretarse como un signo de cohesión en la Iglesia, aunque no garantiza un pontificado sin retos.
El 9 de octubre de 1958 se dio la elección de un papa en la primera votación de un cónclave. Sucedió cuando se designó a Pio XII, un 9 de octubre de 1958.
Proceso posterior a la elección
Tras el anuncio, el Vaticano publica un comunicado oficial y organiza la agenda del nuevo papa. La fumata blanca marca el inicio de un periodo de transición, con el pontífice asumiendo responsabilidades como la guía espiritual de 1.300 millones de católicos. Los medios globales cubren intensamente el evento, y el nuevo papa suele emitir un mensaje inicial en las horas siguientes.