El 14 de junio, la Iglesia católica celebra a San Eliseo, profeta hebreo que es venerado por sus milagros narrados en el Segundo Libro de los Reyes y su misión profética.
Orígenes y vocación
San Eliseo, hijo de Safat, nació en Abelmeula, en la tribu de Manasés, Israel, alrededor del siglo IX a. C.. Rico agricultor, aró con 12 yuntas de bueyes cuando fue llamado por el profeta Elías en 856 a. C., quien arrojó su manto sobre él (1 Reyes 19:19).
Sacrificó sus bueyes, organizó un banquete y siguió a Elías como discípulo durante seis años. Tras la ascensión de Elías en un carro de fuego en 850 a. C., Eliseo heredó su manto y el doble de su espíritu profético (2 Reyes 2:9-12).
Eliseo vivió en Samaria, con una casa y un siervo, Guejazi, con lo que mantuvo un estilo de vida urbano. Actuó bajo los reinados de Joram, Jehú, Joacaz y Joás, y lideró a los “hijos de los profetas”.
Milagros y obra de San Eliseo
Realizó numerosos milagros, narrados en el Segundo Libro de los Reyes. Dividió las aguas del Jordán con el manto de Elías, además purificó las aguas de Jericó con sal y multiplicó el aceite de una viuda; asimismo resucitó al hijo de una sunamita, curó la lepra de Naamán y multiplicó panes para 100 personas.
Tras su muerte, un cadáver que tocó sus restos resucitó (2 Reyes 13:21). Estos prodigios simbolizaron la presencia de Yahvé y así anunciaron la salvación universal. Eliseo también aconsejó a reyes, predijo victorias y también combatió la idolatría de Baal.
Filosofía y espiritualidad de San Eliseo
La filosofía de Eliseo se basó en la fidelidad a Yahvé y el rechazo a los cultos paganos. Como profeta político, guio a Israel en tiempos de crisis y exigió obediencia a la Alianza.
Su ministerio, centrado en la justicia divina y la compasión, se expresó en milagros que aliviaron el sufrimiento. Su conexión con el Monte Carmelo lo vincula a la tradición carmelita, pues se lo consideró uno de sus Padres fundadores.
Canonización y reconocimiento
San Eliseo fue canonizado por aclamación popular en la tradición judeocristiana, sin un proceso formal, debido a su santidad reconocida en las Escrituras.
La Iglesia católica lo venera como profeta y taumaturgo, destacando su papel en la prefiguración de Cristo. Es patrono de los carmelitas y de quienes buscan protección espiritual.
Celebración del 14 de junio
La festividad de San Eliseo se celebra el 14 de junio, fecha tradicional de su conmemoración en el Martirologio Romano, aunque su muerte ocurrió en 790 a. C.
En Samaria y el Monte Carmelo se realizan liturgias en su honor. La Orden del Carmelo lo celebra con devoción, y su culto se extiende a comunidades cristianas de Oriente y Occidente.
Legado en la Iglesia de San Eliseo
El legado de Eliseo perdura en las Escrituras y la tradición carmelita. Sus milagros, narrados en el Ciclo de Eliseo (2 Reyes 2-13), inspiraron la fe en Yahvé y prefiguraron los milagros de Jesús.
La Orden del Carmelo lo considera un modelo de vida profética. Su tumba en Samaria fue venerada hasta la Antigüedad, y su influencia se refleja en la espiritualidad monástica.
Contexto histórico
En el siglo IX a. C., Israel enfrentó idolatría y conflictos con Moab y Damasco. Eliseo, sucesor de Elías, fortaleció la fe monoteísta en un período de infidelidad a la Alianza.
Su ministerio, que abarcó más de 65 años, marcó una resistencia espiritual contra los cultos paganos, consolidando el profetismo hebreo como precursor del cristianismo.