Para reducir la cogestión vehicular en el centro de la ciudad, el Municipio de Santo Domingo ha decidido construir dos pasos deprimidos.
El primero de ellos se levantará en la intersección de las avenidas Quito y Río Toachi, un punto caótico, especialmente en horas pico.
La obra, que fue anunciada por el alcalde Wilson Erazo, está incluida en el presupuesto del 2021, el cual bordea los 174 millones de dólares.
Elvis Escudero, director de Obras Públicas, señaló que el estudio de estos trabajos está listo.
En la maqueta virtual, que la hizo pública el cabildo, se muestra una estructura de cuatro carriles (dos centrales y dos laterales) que van de sur a norte en la avenida Río Toachi y que será adornada con tensores que se iluminarán por las noches.
Erazo ha informado que la obra, de la cual no se ha dado a conocer su presupuesto, descongestionará el tráfico y mejorará la circulación vehicular en el centro de la ciudad.
Jaime Camino, comerciante que arrienda un local en dicha zona, señala que el paso deprimido “es bueno, pero puede ser muy malo para el comercio”.
> Puntos de vista. Juan Pablo Romero, ciclista, señala que la obra no es amigable con quienes se movilizan en bicicleta o a pie. “Se quiere seguir construyendo en base a la comodidad del auto y eso ya no va más en el diseño urbanístico de las ciudades”, indica.
Alfredo Villaroel, presidente del Colegio de Arquitectos de Santo Domingo de los Tsáchilas sostiene que el diseño planteado por el cabildo no se adapta a este punto conflictivo para el tránsito.
“Los tensores son estéticos, pero estructuralmente no cumplen ninguna función, sino que encarecen el costo”, dice.
Estas estructuras son utilizadas en puentes.
La construcción del paso deprimido, añade, estaría en conflicto con la obra del edificio de parqueaderos que se pretende levantar en la exescuela Caracas. La longitud del paso deprimido sería de al menos 200 metros.
El experto sostiene que estas obras son caras y aumentan con las “sorpresas que se encuentran en las excavaciones”. Villaroel indica que cada paso deprimido costaría al menos 10 millones de dólares y levantarlos tardaría al menos unos dos años.
Este no es el único paso deprimido anunciado por Erazo. Uno más se proyecta en el redondel de La Virgen (intersección de la calle Galápagos, avenida Quevedo y calle Pedro Vicente Maldonado).