Roberto Angelelli, exestrella de la televisión ecuatoriana y estadounidense, enfrentó una dura depresión tras el escándalo de Publifast en 2014 en Guayaquil, Ecuador. A sus 58 años, en Miami, reinventó su vida con un emprendimiento de ceviches y un espacio digital de apoyo emocional, demostrando que siempre hay luz al final del túnel.
Hace una década, el caso Publifast, una estafa piramidal que sacudió a Guayaquil, puso a Roberto Angelelli en el ojo del huracán. Aunque solo fue la imagen de la campaña, su reputación quedó en ruinas. En una charla con EXTRA, confesó: “Fui el único que dio la cara, regresé al país para rendir mi versión”. Sin embargo, el daño estaba hecho. Abandonado por colegas y enfrentando críticas, se sumió en una profunda depresión. Durante casi un año, se aisló, luchando contra la decepción y el peso de la controversia.
Roberto pasó de la pantalla a repartir plátanos
Para salir adelante, Roberto tomó un camino inesperado. Durante diez años, trabajó repartiendo plátanos y tostones en restaurantes de Miami. “Fue duro, pero me dio dignidad”, admite. Lejos de los reflectores, encontró propósito en el trabajo honesto y en cuidar de su familia: cuatro hijos de dos compromisos y su esposa Catalina. Este cambio, aunque humilde, le permitió reconstruir su autoestima y mirar hacia adelante.
Hoy, Roberto Angelelli vive en Miami y ha dado un giro a su vida. A sus 58 años, lanzó una marca de ceviches ecuatorianos congelados, un negocio que celebra sus raíces. Además, colabora con la fundación AFE, ayudando a alimentar a más de 300 familias. Su emprendimiento no solo es un éxito comercial, sino un símbolo de su resiliencia. “No me quedé en la tristeza, luché por mi familia y por mí”, dice con orgullo.
Mi batalla diaria: Un espacio de esperanza
En febrero de este año, Roberto creó la cuenta de Instagram Mi batalla diaria, un lugar donde comparte su historia y apoya a quienes enfrentan crisis emocionales. «Aquí nos podemos apoyar aunque sea mediante el diálogo y la conversación porque la gente se queda muy callada y sufre en silencio. Podemos escuchar y aprender a buscar salidas positivas”, asegura. Aunque aún recibe críticas por su pasado, enfrenta el presente con fortaleza, inspirando a otros a no rendirse.
Una carrera que brilló en dos países
Roberto Angelelli comenzó como modelo en 1988, pero pronto conquistó la TV ecuatoriana con La feria de la alegría. Su carisma lo llevó a Telemundo, donde condujo De Mañanita y brilló en Al Rojo Vivo. De regreso en Ecuador, lideró programas como Noche de Estrellas y En Contacto, compartiendo pantalla con figuras como María Teresa Guerrero. Su trayectoria, aunque marcada por el escándalo, es un testimonio de su talento y perseverancia.
El caso Publifast, que prescribió sin condenas, dejó lecciones. Similar a otros escándalos de farándula, mostró cómo la opinión pública puede ser implacable. Sin embargo, Roberto no se dejó definir por el pasado. Su historia resuena con quienes han enfrentado crisis y buscan redención.