En la Capilla Sixtina, los cardenales reunidos en cónclaves eligieron a Juan Pablo II en 1978, Benedicto XVI en 2005 y Francisco en 2013, tras la muerte o renuncia de sus predecesores, para liderar la Iglesia Católica. Cada proceso tuvo una duración distinta, reflejando las dinámicas de votación.
El cónclave es la reunión secreta de cardenales electores, menores de 80 años, para elegir al nuevo papa. Las votaciones, que requieren dos tercios de los votos, se realizan en la Capilla Sixtina, con fumatas negras o blancas que anuncian los resultados. Los cónclaves de 1978, 2005 y 2013 son los más recientes, cada uno con tiempos específicos.
Cónclave de octubre de 1978: Juan Pablo II
El cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo I, fallecido tras 33 días de pontificado, comenzó el 14 de octubre de 1978 y finalizó el 16 de octubre.
Tras ocho votaciones en tres días, los 111 cardenales eligieron a Karol Wojtyła, arzobispo de Cracovia, quien tomó el nombre de Juan Pablo II. La fumata blanca apareció a las 18:18 hora local.
Cónclave de 2005: Benedicto XVI
Tras la muerte de Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, el cónclave comenzó el 18 de abril y terminó el 19 de abril. En cuatro votaciones durante dos días, los 115 cardenales eligieron a Joseph Ratzinger, quien asumió como Benedicto XVI.
La fumata blanca se observó a las 17:50 hora local, seguida del anuncio del “Habemus Papam” que le dio la vuelta al mundo rápidamente.
Cónclave de 2013: Francisco
La renuncia de Benedicto XVI el 28 de febrero de 2013, un hecho sin precedentes en siglos, llevó al cónclave del 12 de marzo de ese año.
En cinco votaciones durante dos días, los 115 cardenales eligieron a Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, quien tomó el nombre de Francisco. La fumata blanca apareció el 13 de marzo a las 19:06 hora local.
Contexto de la elección papal
Los cónclaves modernos, regulados por la constitución Universi Dominici Gregis (1996) de Juan Pablo II, buscan rapidez y secreto. La duración depende de la unidad entre cardenales y la claridad de los candidatos. En 1978, la elección de un papa no italiano, Juan Pablo II, tras 456 años marcó un hito.
Mientras que en 2005, Ratzinger era un favorito claro, agilizando el proceso. En 2013, la renuncia de Benedicto XVI generó incertidumbre, pero la elección de Francisco, el primer papa latinoamericano, fue rápida.
Factores que influyen en la duración
La cantidad de votaciones (hasta cuatro diarias) y la necesidad de dos tercios de apoyo determinan el tiempo. En 1978, las divisiones entre cardenales conservadores y progresistas alargaron el proceso. En 2005 y 2013, la presencia de candidatos fuertes como Ratzinger y Bergoglio permitió decisiones más rápidas.
El más largo de la historia
El cónclave más largo de la historia ocurrió entre 1268 y 1271 en Viterbo, Italia, tras la muerte del papa Clemente IV. Duró 2 años, 9 meses y 2 días (1,006 días), desde el 29 de noviembre de 1268 hasta el 1 de septiembre de 1271, cuando los 18 cardenales finalmente eligieron a Gregorio X (Teobaldo Visconti).
La demora se debió a profundas divisiones entre los cardenales, que no lograban alcanzar los dos tercios necesarios. La presión externa, incluyendo el encierro forzado por las autoridades de Viterbo y la restricción de alimentos, llevó a un acuerdo. Este evento inspiró reformas en los procesos de elección papal.