Con un disparo en la boca, Leonardo Antonio Chávez Figueroa, de 39 años, decidió acabar con su vida. El estruendo del balazo alertó a sus familiares en el recinto María Esther del cantón El Empalme, provincia del Guayas.
Al acudir hasta el patio de la vivienda donde habitaba Leonardo, encontraron a “Toño”, como le decían de cariño, en el suelo y junto a una pared, cerca de él estaba el arma con la que se disparó para acabar con la depresión que lo aquejaba por días, se indicó.
En medio del llanto y dolor los parientes de «Toño» trataban de entender el hecho.
Allegados del fallecido dijeron que estaba sin trabajo esto, además de las deudas, y tener a su esposa e hija enfermas de la covid-19 lo llevaron al suicidio.
La tragedia ocurrió cerca de las 18h00 del viernes. Agentes de la Unidad de Muertes Violentas llegaron al sitio para realizar el levantamiento del cadáver, el cual fue llevado a la morgue de Quevedo, en Los Ríos.
Jairo Chávez hermano de la víctima indicó que al verlo inconsciente, llamaron a una ambulancia, tenían la esperanza de llevarlo a un hospital, pero al llegar los socorristas confirmaron su deceso.
Antonio Chávez trabajó por varios meses como oficial de un bus de la cooperativa Sucre, sin embargo, por la crisis económica y la pandemia se había quedado sin trabajo.
Amigos del fallecido dijeron que siempre andaba buscando empleo, pero por más que insistía no encontró una oportunidad laboral.
Hace varios días lo veían deprimido y preocupado. La falta de dinero para costear sus necesidades y problemas de salud lo agobiaban.
“Me imagino que no sabía ya qué hacer, sin dinero para la comida, ni para comprar una pastilla y peor aún ahora encerrado por el toque de queda”, indicó Wilmer Cedeño conocido del occiso.
