Lasso queda con muchas deudas con Manabí
El incumplimiento de las promesas que formulara el Presidente de la República, Guillermo Lasso, muestra el poco interés que el Gobierno le puso a la provincia y queda con deudas con Manabí.
Eso, a pesar de su tan manifiesta querencia a la tierra de sus ascendientes maternos.
Más allá de lo retórico, ha sido evidente la escasa voluntad del Presidente Lasso por honrar su palabra.
El Gobierno deja un saldo negativo en una provincia que arrastraba -y todavía lleva- las nefastas consecuencias de un terremoto.
A Manabí se le ofreció en campaña la atención a sus principales demandas en el manejo de los recursos hídricos, proyectos productivos, infraestructura y servicios públicos.
Los hospitales, inaugurados a más de seis años de su inicio, siguen con la cartera de atención incompleta por falta de equipamiento y de personal.
Los puertos artesanales, si acaso algunos sí los terminaron, tienen problemas con las mareas y el azolvamiento.
Las carreteras manabitas muestran el efecto del tiempo y el permanente trajín.
Si bien Lasso dispuso la entrega de recursos para algunas obras puntuales, los grandes proyectos que ofreció son deudas con la provincia y todo siguen en el aire por efecto de la demagogia.
Además por la inercia estatal y la tantas veces recurrida crisis política, económica y social.
