La administración de Donald Trump anunció la revocación del estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para aproximadamente 500 mil migrantes haitianos en Estados Unidos. Se trata de una medida que entrará en vigor el 3 de agosto de 2025. La decisión, liderada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, busca cumplir con las promesas de campaña de Trump. Es decir, realizar deportaciones masivas y reducir el uso del TPS.
Los afectados perderán permisos de trabajo y podrían enfrentar deportación. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que se anula una extensión del TPS otorgada por el gobierno anterior. Dicha medida se había extendido la protección hasta febrero de 2026 debido a la crisis humanitaria en Haití. El TPS, establecido para permitir la estancia legal de personas de países con condiciones de conflicto o desastres naturales.
Haitianos huyeron de la violencia de su país
La decisión actual refleja un cambio en la política migratoria, alineada con la visión de Trump de limitar programas humanitarios. Según datos del DHS, la población elegible para TPS creció de 57 mil haitianos en 2011 a más de 520 mil en 2024. La administración actual atribuye ese aumento a un uso indebido del programa. En febrero de 2025 Haití enfrenta una guerra con las pandillas que controlan el 85% de la capital y más de 5,600 personas murieron en 2024 por violencia.
Según la ONU, la crisis en Haití ha dejado a más de un millón de personas desplazadas. La revocación incluye la pérdida de autorizaciones de trabajo, afectando a comunidades haitianas en estados como Florida y Nueva York. Organizaciones como Humane Society International han expresado preocupación por el impacto. Se ha destacado que solo 21 haitianos han sido deportados bajo la administración de Trump. En 2024, se registraron nueve vuelos de deportación a Haití.
Inestabilidad política y violencia de pandillas
El contexto del TPS en Haití comenzó con su designación en 2010 tras el terremoto, con renovaciones periódicas bajo administraciones previas, incluida la de Obama. La extensión de Biden en 2024 respondió a la inestabilidad política y la violencia de pandillas, que obligó al expresidente haitiano a huir. Sin embargo, Trump ha argumentado que el programa se ha convertido en una vía permanente, no temporal, como fue concebido. La decisión ha generado reacciones mixtas.
Autoridades migratorias han indicado que revisarán la situación en los próximos meses, pero no han detallado planes específicos para la reubicación o deportación masiva. Mientras tanto, la comunidad haitiana y organizaciones de derechos humanos han solicitado extensiones. La medida forma parte de un esfuerzo más amplio para reformar el sistema migratorio. Este incluye la terminación de otros programas como el CHNV, afectando a más de 500 mil migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
