Empresas atuneras en de Manta, vinculadas a la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (CEIPA), implementan tecnología digital en sus procesos de análisis histológico para mejorar el control de calidad del atún, fortalecer la sostenibilidad y garantizar eficiencia operativa, en respuesta a los desafíos de competitividad y trazabilidad exigidos por mercados internacionales.
Innovación tecnológica para un mejor atún
Desde 2023, la industria atunera ecuatoriana ha comenzado un proceso de modernización tecnológica que incluye la automatización de procesos clave. Una de las áreas con mayor impacto ha sido el análisis histológico del músculo del atún. Este procedimiento permite detectar de forma rápida condiciones como quemado muscular, necrosis o grasa en el producto. Estos factores afectan directamente la calidad y el precio de exportación.
Esteban Soto, director de Biolán de Microbiosensores, empresa española de biotecnológica especializada en el desarrollo, fabricación y comercialización de biosensores enzimáticos y que que asesora a Ceipa en esta área, explica que este nuevo modelo de análisis, implementado en Manta, ha reducido el tiempo de obtención de resultados de cuatro días a tan solo seis horas. El procedimiento ahora es automatizado: desde la toma de la muestra hasta la digitalización de la imagen y el análisis del resultado.
“El sistema permite estandarizar la interpretación de las imágenes, eliminando subjetividades y acelerando la toma de decisiones”, explicó Soto.
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Eficiencia, sostenibilidad y reducción de desperdicios en atuneras de Manta
La automatización no solo mejora la velocidad, sino también optimiza el uso de recursos y contribuye a la sostenibilidad del proceso productivo. Antes de la digitalización, las decisiones sobre la compra de pescado se tomaban cuando el atún ya estaba congelado. Esto generaba mayores desperdicios si la calidad no era la esperada.
Ahora, gracias al análisis anticipado y preciso, las decisiones pueden tomarse con mayor seguridad. Aquello que reduce el rechazo de lotes y permite mejores acuerdos comerciales. “Esto se traduce en mayor eficiencia operativa y menos pérdida de materia prima”, añadió Soto en una exposición en la oficina de Ceipa en Manta.
Además, la implementación de esta tecnología permite cumplir con exigencias cada vez más estrictas de los mercados internacionales. Especialmente de Estados Unidos y Europa, donde la trazabilidad y calidad del producto son condiciones clave para ingresar y mantenerse.
Avances en Manta hacia una industria atunera 4.0
Para lograr esta transformación, Ceipa ha trabajado en conjunto con el centro de innovación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL). También con el fondo de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab). El objetivo es desarrollar herramientas digitales que puedan ser replicables en otras empresas del sector.
Mónica Maldonado, directora ejecutiva de Ceipa, considera que estos avances son parte de una estrategia para posicionar al país como referente regional en innovación pesquera. “El propósito es democratizar estas herramientas, de forma que las pequeñas y medianas empresas también puedan acceder a tecnologías que mejoren su competitividad”, indicó.
El clúster ha promovido mesas de trabajo interinstitucionales, proyectos de formación y plataformas colaborativas para facilitar la adopción tecnológica. Se busca que el conocimiento generado en iniciativas como la de Ceipa sea compartido con todo el ecosistema productivo atunero.
Contexto: El atún ecuatoriano en cifras
Ecuador es el segundo exportador mundial de lomos y conservas de atún, según datos de la Cámara Nacional de Pesquería. Solo en 2024, el país exportó más de 500 millones de dólares en productos atuneros, siendo la Unión Europea su principal destino.
El sector genera más de 25.000 empleos directos, especialmente en la zona costera de Manta en Manabí. Allí se concentran las principales empacadoras y plantas industriales. La modernización tecnológica busca mantener y ampliar estos mercados, enfrentando retos como el cambio climático, la regulación ambiental y la competencia asiática.
En ese marco, el uso de inteligencia artificial, digitalización y análisis predictivo se presenta como una necesidad más que una opción. “No se trata solo de innovar, sino de garantizar la sostenibilidad y permanencia de una industria estratégica para el país”, remarcó Maldonado.
