Han pasado 20 años desde que heredó de su padre los conocimientos en hojalatería y desde entonces mantiene su taller.
Mariano Chiriboga, dice que las grandes empresas buscan reemplazar con plástico lo que él hace con lata.
Es propietario de “Hojalatería Chiriboga”, establecimiento en el que se puede encontrar desde regaderas hasta canalones para el agua lluvia.
La hojalatería es una actividad que data de hace más de 500 años, pero no fue sino hasta inicio del 1800 cuando en Ecuador empezaron a aparecer marcos para cuadros, floreros, candelabros, faroles y otros artículos hechos a base de dicho material.
> La fotografía. Otro de los oficios que pese al avance de la tecnología se resiste a morir, es el de la fotografía.
Luis Castro, quien por años se ha dedicado a esta actividad está consciente de que algún día el oficio desaparecerá.
Por 36 años se dedicó a esta labor, pero desde hace unos meses las ganancias son pocas y sólo saca “para las colas”.
A más del avance de la tecnología y que ahora es mucho más fácil tomar fotos con un celular, Castro asegura que el que las autoridades hayan retirado a los fotógrafos del parque central, lugar donde siempre trabajaron, fue un “golpe casi mortal”.
Además, de ese sitio se retiró a quienes lustraban zapatos y arreglaban relojes.
> Tradición. Fernando Medranda, tenía once años cuando se interesó en las guitarras. A pesar de que tiene 28 años rodeado de estos instrumentos musicales, no ha aprendido a entonarlas, pero sí a fabricarlas y darles mantenimiento. Es oriundo de El Carmen, pero son dos décadas las que tiene viviendo en Santo Domingo.
“La Clínica de la Guitarra” es como se llama su local comercial, situado en la avenida Esmeraldas y calle Río Belén. Allí fabrica estos instrumentos.
La guitarra más básica tiene un costo de 90 dólares, mientras que hay algunas que pueden llegar a costar hasta los $ 1.500.
A su oficio le dedica entre diez y doce horas diarias.
Además de guitarras, también elabora requintos, bandolas, charangos y ukeleles.
A pesar de que nadie más de su familia se dedica a esta actividad, a Fernando no le gustaría que muera el oficio que realiza.