Willian Pacho está a las puertas de un hito histórico para el fútbol ecuatoriano este fin de semana. El defensa cuando podría unirse al exclusivo grupo de jugadores de su país que han conquistado una de las cinco grandes ligas de Europa.
Con este logro, el Willian Pacho del París Saint-Germain (PSG) no solo consolidaría su carrera, sino que también reafirmaría el ascenso del talento tricolor en el escenario internacional.
Actualmente, PSG es el líder del torneo francés con 21 unidades más que el segundo que es el Mónaco. Es decir, solo necesita un punto en su siguiente encuentro, este sábado 5 de abril del 2025, ante el Angers para ser campeones. Es decir, conquistará su 13º título de liga en Francia.
París Saint-Germain llegó a 71 puntos (+53 de gol diferencia), el Mónaco tiene 50 (+20 de gol diferencia). Mientras que el Olympique Marsella ya quedó fuera de pelea en el tercer lugar con 49 unidades.
De esta forma, Willian Pacho sumaría su segundo trofeo de la temporada con los parisinos. Antes celebró el triunfo en la Supercopa de Francia obtenida el pasado 5 de enero del 2025.
Los ecuatorianos que tocaron la gloria en Europa
El camino lo abrió Antonio Valencia, quien marcó un antes y un después al ganar la Premier League con el Manchester United en las temporadas 2010-2011 y 2012-2013. ‘Toño’, con su velocidad, versatilidad y compromiso, inspiró a futuras generaciones a perseguir éxitos similares. Sus títulos fueron el primer gran eco del potencial ecuatoriano en el fútbol de élite.
Más recientemente, Piero Hincapié elevó la bandera nacional al coronarse campeón de la Bundesliga con el Bayer Leverkusen en 2024. Bajo la dirección de Xabi Alonso, el joven zaguero fue clave en un equipo que rompió paradigmas en Alemania. Su éxito consolidó una tendencia que ahora Willian Pacho está listo para continuar.
Si las circunstancias se alinean este fin de semana, Willian Pacho de 23 años, añadiría su nombre a esta lista dorada en 2025. Su posible consagración con el París Saint-Germain (PSG) sería un reconocimiento a su solidez defensiva y madurez en el campo, además de un nuevo capítulo en la historia del fútbol ecuatoriano.
Este logro trasciende lo individual: simboliza el crecimiento sostenido del deporte en Ecuador y su capacidad para producir talento de clase mundial.
