Durante la cuarta jornada de la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada este 26 de septiembre en Nueva York, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfrentó un gesto diplomático de alto impacto. Delegaciones de múltiples países abandonaron la sala en señal de protesta, justo antes del inicio de su intervención. El acto de deserción marcó un rechazo internacional a la política israelí en Gaza.
Gesto diplomático: delegaciones vacían el pleno
Imágenes del recinto muestran un pleno parcialmente vacío al momento en que Netanyahu tomó la palabra. Según fuentes diplomáticas y medios internacionales, delegaciones de países árabes, latinoamericanos, africanos y europeos abandonaron sus asientos de forma coordinada. Fue un rechazo a las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza. También respondieron al reiterado rechazo del Estado israelí a la solución de dos Estados.
Aunque la ONU no confirmó oficialmente qué delegaciones participaron del gesto, observadores diplomáticos señalaron datos. Entre ellas estarían representantes de Argelia, Pakistán, Turquía, Malasia, Sudáfrica, Bolivia y otros países que han manifestado su preocupación por la situación humanitaria en Gaza.
Este tipo de acción, conocida como “walkout diplomático”, ha sido utilizada en ocasiones anteriores. Se usa para mostrar rechazo sin interrumpir el orden protocolar. Este caso envió un mensaje claro de desaprobación a la política israelí frente al conflicto con Palestina.
Un discurso ante asientos vacíos
A pesar del notorio retiro de delegaciones, Netanyahu continuó su intervención con una postura firme. Exhibió mapas, gráficos y un código QR en su chaqueta para reforzar su mensaje. Este giró en torno a la ofensiva final contra Hamás. También incluyó la negativa a reconocer un Estado palestino y la promesa de rescatar a los rehenes israelíes.
“Quienes reconocen un Estado palestino envían un mensaje: asesinar a los judíos se recompensa”, dijo Netanyahu. Esta fue una de las frases más polémicas de su alocución.
El primer ministro también declaró algo importante. Dijo que Israel no cometerá un “suicidio nacional” reconociendo un Estado palestino. Además, calificó a la Autoridad Palestina como una institución “corrupta hasta la médula”.
Creciente presión internacional
La protesta diplomática ocurre en un contexto de creciente presión internacional contra Israel. Esto sigue tras meses de ofensiva militar en Gaza. Ha provocado miles de víctimas civiles, según organismos de derechos humanos y reportes de la ONU.
En la última semana, países como Reino Unido, Canadá, Australia y España anunciaron avances hacia el reconocimiento oficial del Estado palestino. Netanyahu criticó con dureza dicha medida. Para el mandatario, este tipo de gestos legitiman al terrorismo y dificultan la paz en la región.
Mientras tanto, en las calles de Nueva York, cientos de personas se manifestaron a favor de la causa palestina, al tiempo que el gobierno israelí desplegó campañas visuales recordando el ataque del 7 de octubre, incluyendo mensajes en Times Square.
Implicaciones diplomáticas
El abandono de delegaciones durante un discurso oficial es una medida inusual. Implica un nivel alto de desacuerdo político, pero sin romper relaciones diplomáticas. Este acto podría tener repercusiones en futuras negociaciones dentro de foros multilaterales. Además, refleja la polarización creciente respecto al conflicto en Medio Oriente dentro de la comunidad internacional.
Netanyahu no hizo alusión directa al gesto durante su intervención, pero su discurso evidenció una postura desafiante ante las críticas globales, afirmando que Israel “no se suicidará porque otros gobiernos cedan ante la presión”.