La Administración de Misiles de Corea del Norte anunció este sábado 23 de agosto la prueba de dos nuevos proyectiles de defensa aérea supervisados por Kim Jong Un. Con el objetivo de evaluar su capacidad de combate en medio de la tensión con Estados Unidos y Corea del Sur.
Ensayos militares supervisados por Kim Jong Un
El líder norcoreano Kim Jong Un presenció la demostración militar acompañado por altos mandos del Ejército Popular de Corea. Los ensayos incluyeron el lanzamiento de dos tipos de misiles “de versión mejorada” que, según la agencia estatal KCNA, mostraron una “capacidad de combate superior” y una respuesta rápida contra drones de ataque y misiles de crucero.
De acuerdo con el reporte oficial, el armamento cuenta con una “tecnología única y especial” que refuerza la defensa aérea del país frente a amenazas externas. Los proyectiles habrían alcanzado con éxito los objetivos previstos, lo que Pyongyang consideró como una validación de su avance en sistemas de defensa.
Coincidencia con maniobras conjuntas de Seúl y Washington
Las pruebas se desarrollaron de forma paralela a los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, que comenzaron con la participación de alrededor de 40.000 soldados. Estas maniobras anuales, consideradas de rutina por Seúl y Washington. Son interpretadas por Corea del Norte como un acto hostil que pone en riesgo la seguridad regional.
En respuesta, Pyongyang reiteró su derecho a la “legítima defensa” y aseguró que el fortalecimiento de sus sistemas de misiles forma parte de su estrategia de disuasión frente a lo que califica como “amenazas externas”. El régimen norcoreano ha denunciado en múltiples ocasiones que estas prácticas militares conjuntas buscan simular ataques contra su territorio.
Reacciones y acusaciones en la frontera
En medio de la escalada, el Ejército de Corea del Norte acusó a su vecino del sur de haber efectuado hasta diez disparos de advertencia contra tropas norcoreanas en la frontera sur. Según Pyongyang, las fuerzas surcoreanas habrían actuado mientras se construía una nueva infraestructura de protección en territorio fronterizo.
Por su parte, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur respondió que las acciones de sus militares fueron consecuencia de una incursión de soldados norcoreanos que habrían sobrepasado la línea de demarcación militar dentro de la Zona Desmilitarizada. Las autoridades surcoreanas señalaron que sus disparos fueron de advertencia y no generaron enfrentamientos directos.
Tensión persistente en la península
Los nuevos ensayos norcoreanos se producen en un contexto de creciente fricción en la península. Es decir, donde los intercambios verbales y militares entre ambos países mantienen un nivel constante de tensión. Para Corea del Norte, el fortalecimiento de su capacidad defensiva es una respuesta obligada frente al despliegue militar surcoreano-estadounidense.
Mientras tanto, analistas internacionales advierten que la realización simultánea de pruebas de misiles por parte de Pyongyang. También de maniobras militares conjuntas en la región incrementa el riesgo de incidentes que puedan escalar en enfrentamientos. La situación refuerza la percepción de que la península coreana atraviesa un momento crítico de seguridad.