La llegada tardía de los paramédicos del Cuerpo de Bomberos de Manta a varias escenas de crímenes ha desatado la indignación de los familiares, pero la institución señaló que los fallos se deben a un protocolo de seguridad.
El lunes 18 de agosto de 2025, Jesús Geovanny Vernaza Zambrano, de 26 años, fue asesinado en la ciudadela El Palmar, Manta. Tres sujetos armados que llegaron hasta su vivienda lo balearon sin mediar palabra. Y este fue uno de los crímenes donde familiares criticaron la tardanza de los paramédicos del Cuerpo de Bomberos, tras aplicar un protocolo de seguridad.
Lo ocurrido
Según el reporte policial, los atacantes dispararon sin previo aviso, y aunque Vernaza intentó huir, múltiples disparos lo alcanzaron. Su cuerpo lo hallaron sin vida en la terraza los agentes de la Policía Nacional y militares que acudieron al lugar. La escena, marcada por la brutalidad, dejó a los familiares devastados, quienes, además, enfrentaron una nueva frustración: la demora en la llegada de los paramédicos del Cuerpo de Bomberos de Manta por un protocolo de seguridad.
Familiares de Vernaza realizaron una llamada de emergencia al ECU-911, pero los paramédicos no llegaron con la rapidez esperada. Cuando finalmente aparecieron, Vernaza ya había fallecido. Esta situación desató fuertes reclamos de los deudos, quienes denunciaron la falta de premura en la atención.
Protocolo de Seguridad: ¿Protección o Barrera?
Como el caso de Vernaza existen otros. En Manta, las quejas por la demora en la atención de emergencias médicas se han repetido en varias escenas criminales. Los familiares de víctimas de asesinatos atribuyen estas demoras a una aparente ineficiencia, pero el Cuerpo de Bomberos argumenta que sus acciones están reguladas por un protocolo de seguridad diseñado para proteger a su personal.
El Cuerpo de Bomberos de Manta emitió un comunicado oficial en respuesta a las críticas. “Manejamos un protocolo de seguridad que evita poner en riesgo la vida de nuestros servidores bomberiles, lo que impide llegar con premura a escenarios de alto riesgo”, señaló la institución.

Pasos del protocolo
Este protocolo, según el comunicado, exige que las emergencias sean confirmadas a través del ECU-911, tras lo cual los paramédicos solo pueden intervenir una vez que la Policía Nacional haya asegurado el perímetro y garantizado que la zona es segura. “Para poder actuar, es fundamental que el entorno sea estable y no represente un riesgo adicional”, agrega el documento.
Este procedimiento responde al contexto de inseguridad en Manta, donde la violencia ligada al crimen organizado ha escalado drásticamente. Según datos de la Policía Nacional, hasta 20 de agosto del 2025, en el distrito de Manta, Montecristi y Jaramijó se han registrados 313 muertes violentas, muchas atribuidas a enfrentamientos entre bandas como Los Lobos y Los Choneros, que disputan el control del narcotráfico en la región costera. (27)