Autoridades de Estados Unidos acusaron a Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo, y a cinco personas por delitos relacionados con abuso y tráfico sexual.
Un jurado federal en Nueva York presentó cargos contra Rosa Sosa, Azalia Rangel García, Eva García de Joaquín, Joram Núñez Joaquín y Silem García Peña.
Fiscalía de Estados Unidos revela acusaciones
Los acusados enfrentan cargos por conducta sexual inapropiada y delictiva, vinculados con la victimización de miembros de la Iglesia La Luz del Mundo durante muchos años. El comunicado de la Fiscalía detalla que explotaron la iglesia para permitir el abuso sexual sistemático de niños y mujeres.
Según se alega en la acusación, “durante décadas, Naasón Joaquín García y los demás miembros utilizaron su posición y los recursos de la iglesia La Luz del Mundo para abusar sexualmente de niñas, niños y mujeres”, declaró el fiscal federal Jay Clayton.
“Se aprovecharon de la fe de sus seguidores para abusar de ellos. Cuando se les confrontó, utilizaron su influencia religiosa y su poder financiero para intimidar y coaccionar a las víctimas para que guardaran silencio sobre los abusos que habían sufrido”, agregó el magistrado.
Detenciones en California, Los Ángeles y Chicago
Además de Naasón Joaquín García, quien cumple prisión de California, las autoridades detuvieron a un acusado en Los Ángeles y otro en Chicago.
Otros tres integrantes permanecen prófugos, mientras la acusación revelada incluyó la creación de fotos y videos de abuso sexual infantil, lo que agrava el proceso.
Iglesia La Luz del Mundo y millones de seguidores
Naasón Joaquín García lidera la Iglesia La Luz del Mundo, organización que asegura contar con 5 millones de seguidores en el mundo. Los creyentes lo reconocen como el “apóstol de Jesucristo”, informan medios, mientras la justicia lo señala por manipular a mujeres y niñas.
Los fiscales en California aseguraron que García utilizó su influencia espiritual para sostener relaciones sexuales con niñas y mujeres jóvenes. Se les decía que aceptar estos actos garantizaba la salvación, mientras que rechazarlos significaba caer en condena, según las investigaciones judiciales.