Descubren nueva especie de ballenas prehistórica en playa australiana y revela su evolución

Un fósil de 25 millones de años hallado en Jan Juc, Australia, revela a Janjucetus dullardi, una ballena primitiva que redefine la evolución cetácea.
Hallan ballena prehistórica con “cara de Pokémon” en Australia.
Hallan ballena prehistórica con “cara de Pokémon” en Australia.
Hallan ballena prehistórica con “cara de Pokémon” en Australia.
Hallan ballena prehistórica con “cara de Pokémon” en Australia.

Pedro Vargas

Redacción ED.

Pedro Vargas

Redacción ED.

Nacido en Junín. “Mis inicios” en el periodismo, ocurrieron en la sala de mi casa, leyéndole e... Ver más

En 2019, el paleontólogo aficionado Ross Dullard descubrió un cráneo parcial de una ballena prehistórica en la playa de Jan Juc, Victoria, Australia. Bautizada como Janjucetus dullardi por investigadores del Instituto de Investigación de los Museos Victoria, esta especie de 25 millones de años ilumina los orígenes de las ballenas modernas. El hallazgo, publicado en la Revista Zoológica de la Sociedad Linneana, destaca por su rareza y su aporte a la paleontología. 
En un soleado día de 2019, Ross Dullard, un director escolar y cazador de fósiles aficionado, recorría la playa de Jan Juc durante la marea baja. Mientras inspeccionaba un acantilado, notó un objeto negro sobresaliendo de la roca. Al tocarlo, un diente se desprendió, alertándolo sobre la posibilidad de un descubrimiento significativo.
“Pensé: ‘¡Caramba! Esto es especial’”, relató Dullard al equipo del Museo Victoria, al que contactó de inmediato enviando fotografías del hallazgo.

 

Un cráneo

El cráneo parcial, que incluía huesos del oído y dientes, fue identificado como perteneciente a una nueva especie de mamíferodóntido, un grupo de ballenas primitivas que vivieron durante el Oligoceno (34-23 millones de años atrás). Erich Fitzgerald, curador principal de paleontología de vertebrados del Instituto de Investigación de los Museos Victoria, lideró el análisis del fósil.

Según Fitzgerald, el espécimen juvenil de Janjucetus dullardi medía aproximadamente 3 metros de largo, un tamaño compacto comparado con las ballenas barbadas modernas como las jorobadas o las azules.

A diferencia de las ballenas actuales, que filtran alimento con barbas, Janjucetus dullardi era un depredador feroz. Sus dientes afilados y su hocico similar al de un tiburón sugieren que cazaba peces grandes y posiblemente otros mamíferos marinos. Los investigadores destacaron sus ojos desproporcionadamente grandes, del tamaño de pelotas de tenis, que le conferían una apariencia caricaturesca. “Era engañosamente adorable, pero cruel”, comentó Fitzgerald, subrayando su naturaleza predatoria.

Un punto clave en la evolución de las ballenas

El descubrimiento de Janjucetus dullardi refuerza la importancia de la región de Jan Juc como un epicentro para estudiar la evolución de los cetáceos. Esta área costera, situada en el estado de Victoria, es conocida por su riqueza en fósiles del Oligoceno. Según datos del Museo Victoria, la playa ha albergado hallazgos previos de especies relacionadas, como Janjucetus hunderi, descubierto en 1990 por un adolescente local, Staumn Hunder. Ambos fósiles son emblemáticos del estado y evidencian la transición de ballenas dentadas a las modernas ballenas barbadas.

La investigación, publicada el 13 de agosto de 2025 en la Revista Zoológica de la Sociedad Linneana, indica que los mamíferodóntidos representaron una rama temprana en el árbol genealógico de las ballenas. A diferencia de las ballenas actuales, estas especies primitivas carecían de barbas y posiblemente tenían nódulos de patas vestigiales, un vestigio de su evolución desde mamíferos terrestres. 

El papel de un aficionado a las ballenas en la ciencia

El descubrimiento de Dullard no solo resalta la importancia de la paleontología amateur, sino también el impacto de la colaboración entre aficionados y expertos. Tras enviar las imágenes al Museo Victoria, el equipo de Fitzgerald confirmó rápidamente la relevancia del fósil. “Fue un momento de euforia”, dijo Dullard, quien describió las 24 horas posteriores a la confirmación como “las mejores de mi vida”. Su hallazgo, el primero de un mamíferodóntido en Australia desde 2006, requirió seis años de análisis para verificar su singularidad.

Los fósiles de cetáceos son excepcionalmente raros debido a las condiciones necesarias para su preservación. “Solo una ínfima minoría de ballenas que vivieron se fosiliza”, afirmó Fitzgerald. Factores como la erosión, los carroñeros y las corrientes oceánicas dificultan la conservación de esqueletos completos. En el caso de Janjucetus dullardi, el cráneo parcial encontrado es un tesoro paleontológico, ya que los mamíferodóntidos son un grupo poco representado, con solo cuatro especies conocidas a nivel mundial.

El hallazgo también subraya la fragilidad del registro fósil.

Según el Museo Victoria, los fósiles de Jan Juc enfrentan amenazas por la erosión costera, agravada por el cambio climático. Entre 2000 y 2020, la costa de Victoria perdió un promedio de 0,5 metros de terreno al año, lo que pone en riesgo sitios paleontológicos clave. Este contexto resalta la urgencia de proteger áreas como Jan Juc para futuros descubrimientos. 

Janjucetus dullardi ofrece pistas sobre cómo las ballenas prehistóricas se adaptaron a océanos más cálidos durante el Oligoceno, un período de cambios climáticos significativos. Los investigadores creen que estudiar estas adaptaciones puede ayudar a comprender cómo la vida marina actual podría responder al calentamiento global. Por ejemplo, un informe de 2024 de la Universidad de Melbourne señaló que las especies marinas en Australia enfrentan un aumento de 2 °C en la temperatura promedio del océano, afectando sus patrones de migración y alimentación.

El descubrimiento

El descubrimiento también destaca la importancia de la paleontología para el conocimiento público. Dullard, ahora una figura local, planea celebrar con una “fiesta de fósiles” en Jan Juc, con actividades educativas para niños. “He soñado con esta ballena durante seis años”, confesó, emocionado por su contribución a la ciencia. 

El impacto de Janjucetus dullardi trasciende su hallazgo. Como el tercer mamíferodóntido identificado en Australia, refuerza la relevancia de Victoria como un centro paleontológico global. El Museo Victoria planea exhibir el fósil en 2026, acompañado de reconstrucciones digitales para ilustrar su apariencia. “Es un recordatorio de que los océanos guardan secretos que aún estamos descubriendo”, dijo Fitzgerald. Aunque no hubo intervención policial directa en el hallazgo, las autoridades locales de Jan Juc colaboraron con el museo para asegurar el sitio, restringiendo el acceso temporalmente durante la extracción del fósil en 2019.

Según la Policía de Victoria, no se reportaron incidentes relacionados con el descubrimiento, lo que permitió un proceso de recuperación sin contratiempos.

Conclusión: un puente al pasado

El descubrimiento de Janjucetus dullardi no solo enriquece el entendimiento de la evolución de las ballenas, sino que también destaca el papel de los aficionados en la ciencia. En un mundo donde el cambio climático amenaza los sitios fósiles, hallazgos como este son un recordatorio de la importancia de preservar el patrimonio natural. Jan Juc, con su rica historia geológica, seguirá siendo un faro para los paleontólogos, profesionales y aficionados, que buscan desentrañar los misterios de los océanos prehistóricos. (27)

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