El Vaticano celebró este domingo un hecho histórico: la canonización de Carlo Acutis, conocido popularmente como el “influencer de Dios”. Con tan solo 15 años, este joven ítalo-británico falleció en 2006 a causa de una leucemia fulminante. Su ejemplo de vida y los milagros atribuidos a su intercesión lo llevaron a convertirse en el primer santo millennial de la Iglesia católica.
La ceremonia, presidida por el papa León XIV en la Plaza de San Pedro, se había previsto inicialmente para el 27 de abril, durante el Jubileo de los Adolescentes. Sin embargo, el fallecimiento del papa Francisco días antes obligó a posponer el acto. Junto a Acutis, también fue canonizado Pier Giorgio Frassati, un joven italiano que dedicó su vida a ayudar a los más pobres antes de morir de polio en 1925.
Una vida corta, pero intensa
Carlo Acutis nació en Londres en 1991, aunque desde muy pequeño se trasladó con sus padres a Milán. Desde los siete años mostró una fe poco común en alguien de su edad. Tras su primera comunión, asistía diariamente a misa, convencido de que era su “autopista al cielo”. Su ejemplo incluso inspiró a sus padres a retomar la práctica religiosa, y a su niñera hindú a convertirse al catolicismo. Cutis falleció en el 2006 a los 15 años, tras luchar contra la leucemia.
Más allá de su espiritualidad, Carlo fue un joven común: jugaba videojuegos, practicaba deportes, veía películas de superhéroes y tenía una gran pasión por la informática. Esa habilidad la puso al servicio de la fe. Creó un archivo digital conocido como “La lista de los milagros”, un catálogo de milagros eucarísticos que aún hoy se consulta en 19 idiomas. “Hay colas para conciertos o partidos de fútbol, pero no para el Santísimo Sacramento”, solía decir.
Carlo Acutis: Evangelizador digital
Carlo entendió que la tecnología podía ser una herramienta poderosa para la evangelización. Creó páginas web para su parroquia y ayudó a difundir la fe en línea. Demostró que internet, usado de manera creativa, podía acercar a las personas a Dios.
El papa Francisco reconoció este aspecto al iniciar su proceso de canonización en 2018: “El mundo digital puede ponerte ante el riesgo del aislamiento. Sin embargo, Carlo lo utilizó para comunicar valores y belleza”. Para muchos fieles, Acutis se convirtió en el patrono de la web y en un modelo de santidad cercano a las nuevas generaciones.
Los milagros que lo llevaron a la santidad
En 2020, Acutis fue beatificado tras atribuírsele la curación de un niño brasileño con una enfermedad congénita en el páncreas. El segundo milagro ocurrió en 2022, cuando Valeria Valverde, una joven costarricense, sobrevivió a una hemorragia cerebral tras un accidente en bicicleta en Florencia. Su madre rezó ante la tumba de Carlo en Asís, y días después Valeria se recuperó de manera inexplicable para la ciencia.
El rostro joven de la Iglesia
Carlo fue sepultado en Asís, donde su cuerpo, vestido con jeans, zapatillas Nike y una chaqueta deportiva, reposa en una urna de cristal. Su imagen representa el ideal de un santo cercano, moderno y cotidiano. “Necesitamos santos que usen zapatillas y estén entre la gente”, decía Juan Pablo II, y Acutis encarna esa visión.
Más allá de su juventud y su condición de millennial, su canonización marca un hito: la santidad accesible para todos los laicos. “No se necesita ser sacerdote o monja para ser santo”, recordó monseñor Mariano Parra.
Hoy, Carlo Acutis es venerado en todo el mundo como un ejemplo de fe vivida con alegría, tecnología y sencillez. Esto confirma que la santidad también se puede escribir en clave del siglo XXI.