El líder de la organización criminal ‘Los Choneros’, Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, dio un paso crucial en su proceso judicial internacional. Este viernes 11 de julio aceptó ser extraditado a Estados Unidos, país que lo requiere por graves delitos relacionados con el narcotráfico y el tráfico de armas.
La audiencia, celebrada a las 15h00 en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) y presidida por el juez José Suing, marcó el inicio formal del proceso. Durante la diligencia, se le consultó a Macías si conocía los cargos por los que era requerido, y tras confirmarlo, expresó su voluntad de acogerse al pedido de extradición.
‘Fito’ acepta y se acelera el proceso
Este pronunciamiento activa el mecanismo de extradición simplificada, contemplado en el Manual de Extradición vigente en Ecuador. Según este procedimiento, cuando el requerido acepta voluntariamente su traslado, se acelera el proceso. Eso sí, siempre y cuando se verifique el cumplimiento de los requisitos legales y principios de debido proceso.
La extradición de ‘Fito’ se realiza a solicitud del fiscal del Distrito Oeste de Nueva York, Joseph Nocella. El magistrado lo acusa de conspiración para la distribución internacional de cocaína. También en el uso de armas de fuego para actividades narcotraficantes, contrabando de armamento desde Estados Unidos. Asimismo de la compra ilegal de armas mediante testaferros. Con este avance, fuentes judiciales indican que el traslado del cabecilla criminal podría concretarse en cuestión de días.
Alias ‘Fito’, uno de los criminales más temidos del país, se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca.
Recaptura y hallazgos en su búnker
El 25 de junio, en Manta (Manabí), las autoridades dieron con el paradero de Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, tras permanecer 17 meses prófugo luego de fugarse en enero de 2024 de la Cárcel Regional de Guayaquil. La operación, liderada por el Bloque de Seguridad, se prolongó por más de doce horas y se sustentó en inteligencia policial: desde el rastro de sus medicamentos para la gastritis hasta la identificación de su hija y el seguimiento de su jefe de seguridad, un agente de tránsito de Manta.
‘Fito’ se ocultaba en un sofisticado búnker subterráneo, construido en una vivienda del barrio Monterrey, entre Montecristi y Manta, equipada con piscina, gimnasio y sensores de seguridad. El 2 de julio, el operativo “Subterráneo” permitió incautar armas, municiones, grandes sumas de dinero en efectivo y joyas de alto valor, todas camufladas en compartimentos ocultos. (37).
