El risotto, un plato de arroz cremoso originario de Italia, puede prepararse fácilmente en casa por cualquier persona interesada en la cocina, en cualquier momento del día, debido a su accesibilidad y simplicidad con ingredientes básicos.
Este plato, documentado desde el siglo XV en la región de Lombardía, destaca por su técnica de cocción lenta que requiere paciencia y atención.
Origen y tradición del risotto
El risotto tiene sus raíces en el norte de Italia, particularmente en la región de Lombardía, donde se cultiva arroz desde la Edad Media. Históricamente, su desarrollo se atribuye a la influencia de los árabes, quienes introdujeron el arroz en la península ibérica y, posteriormente, en Italia alrededor del siglo XIV.
El plato evolucionó con el tiempo, y la primera receta escrita data del siglo XV en Milán. Lombardía es considerada el epicentro de esta preparación, con variedades como el risotto alla milanese, que incluye azafrán.
La técnica distintiva implica añadir caldo gradualmente al arroz, permitiendo que absorba los sabores mientras se cocina.
Ingredientes y preparación básica
Para preparar un risotto básico, se necesitan 400 gramos de arroz arborio o carnaroli, un litro de caldo de pollo o vegetal, una cebolla mediana picada, 50 gramos de mantequilla, 100 gramos de queso parmesano rallado y un vaso de vino blanco seco.
Comienza calentando el caldo en una olla a fuego bajo. En otra sartén, sofríe la cebolla en 25 gramos de mantequilla hasta que esté transparente. Añade el arroz y tuéstalo por dos minutos, luego vierte el vino y espera a que se evapore.
Incorpora el caldo, una taza a la vez, revolviendo constantemente hasta que el arroz esté al dente, aproximadamente 18-20 minutos. Finalmente, retira del fuego, agrega la mantequilla restante y el parmesano, y mezcla bien.
Acompañantes tradicionales del rissotto
El risotto se sirve tradicionalmente como plato principal o acompañamiento. En Italia, se combina con ingredientes como setas porcini en el risotto ai funghi, o con calamares y tinta en versiones costeras. Otra opción común es el risotto con arrozalla milanese, que incluye azafrán y hueso de médula.
Como guarnición, se sugieren ensaladas verdes o carnes asadas, como pollo o ternera, dependiendo de la región. La versatilidad del plato permite adaptarlo a preferencias locales, manteniendo su esencia cremosa.
Consejos para un resultado óptimo
Para garantizar una textura perfecta, usa arroz de grano corto como arborio o carnaroli, que liberan almidón durante la cocción. Mantén el caldo caliente durante todo el proceso para evitar interrupciones en la cocción. El tiempo total de preparación es de 30-35 minutos, incluyendo la cocción del arroz.
Evita tapar la sartén para controlar la evaporación y ajusta la sal al final, considerando el sabor del caldo y el queso. Este método, transmitido por generaciones en Italia, asegura un risotto auténtico en casa.